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Opinión

¿Los barra o Los nadie?

Por: Dr. Rodrigo Soto Lagos | Publicado: 31.01.2020
¿Los barra o Los nadie? |
Analizando afectivamente el discurso de varios periodistas deportivos y sobre todo de la Jueza Andrea Acevedo, el mensaje que nos entregan al darnos la noticia es que, si muere un barrista de un equipo de futbol, se presume como la muerte de un delincuente. Incluso, las voces más clasistas lo asumen de entrada. Y son esas voces las que, muchas veces, construyen la política pública de seguridad en el fútbol, son las que piensan la logística de los partidos, y son quienes, finalmente, toman las decisiones.

Eduardo Galeano dedicó el poema “Los Nadie” a “los hijos de nadie, a los dueños de nada, a los ningunos, los ninguneados” y señaló que “no son, aunque sean”. Y si continúa leyendo, podrá darse cuenta de una lista que en cualquier lugar del mundo aplica a “esos que no tiran flores ni challa, sino piedras” y que dice que: no son, no hablan idiomas, no hacen arte, no practican cultura, no son seres humanos, no tienen cara, no tienen nombre, y así un etcétera podría ser más largo.

La muerte de Jorge Mora, socio del club Deportivo Colo Colo, ha generado una serie de comentarios que me han invitado a escribir, y quizás volver a decir, tres cosas a propósito del contexto actual.

Uno, quien murió fue un ser humano, un ciudadano chileno, un hijo, un hermano, un amigo, un trabajador, y también un hincha de un equipo de futbol. Analizando afectivamente el discurso de varios periodistas deportivos y sobre todo de la Jueza Andrea Acevedo, el mensaje que nos entregan al darnos la noticia es que, si muere un barrista de un equipo de futbol, se presume como la muerte de un delincuente. Incluso, las voces más clasistas lo asumen de entrada. Y son esas voces las que, muchas veces, construyen la política pública de seguridad en el fútbol, son las que piensan la logística de los partidos, y son quienes, finalmente, toman las decisiones.

Dos, la seguridad en el fútbol, y esto es lo que repito, debe ser pensada como una política pública a largo plazo. Pensada, sí, pensada con conocimiento científico, con participación y con la validación de los actores que participan de estos espacios. Se que el narcotráfico se ha infiltrado en estos lugares, pero también sé que, si alguien se toma en serio y pretende encauzar positivamente toda esta energía, ya habría encontrado las herramientas para hacerlo. Me explico: hemos dicho que la violencia no se “combate” con más violencia, porque eso más que disolverla, la fortalece; hemos realizado estudios comparados con la realidad argentina para demostrar que Chile tiene una particularidad que invita a generar investigación para que nuestras políticas sean coherentes y contingentes culturalmente; también hemos hecho la distinción entre violencia y agresión, para decir que en el campo de futbol existen diferentes actores capaces de relacionarse entre sí, y por lo tanto, capaces de establecer relaciones violentas o agresivas unos con otros. Esto, hace caer el mito clasista que dice que solamente las barras son violentas. Podemos seguir enumerando el conocimiento que se ha construido, pero es necesario que se tomen medidas.

Tres, no son nadies los que deciden identificarse con un equipo de fútbol. Son personas que libremente tomaron una decisión. Por tanto no son, necesariamente, ni víctimas del sistema, ni criminales que buscan un espacio para delinquir. Yo prefiero decir que son actores sociales, capaces de organizarse, de debatir democráticamente y de tomar decisiones y asumir las consecuencias de sus actos.

Aunque incomode, estas personas, estos hombres y mujeres, sí son, sí hablan idiomas, sí hacen arte, sí practican cultura, sí son seres humanos, sí tienen cara y sí tienen nombre.

Dr. Rodrigo Soto Lagos