Por fin un Ministerio de Desarrollo Rural

Me parece interesante la columna de los profesores Bustos y Román publicada este lunes 27 de enero en este medio, sobre el proyecto de Ley presentado recientemente por el ministro Antonio Walker y firmado por el presidente Sebastián Piñera que, entre otras cosas, cambia el nombre del actual Ministerio de Agricultura por el de “Agricultura, Alimentos y Desarrollo Rural”. En ella, ambos académicos sugieren al ministro sostenga una serie de reuniones con sus pares con el objetivo de dar mejores condiciones de vida a las personas que viven en zonas rurales.

En este contexto, quisiera informar que desde el inicio de esta administración estas reuniones interministeriales han venido ocurriendo gracias al impulso que en 2012 el gobierno del presidente Piñera realizó para elaborar una Política Nacional de Desarrollo Rural (“PNDR”) que no fue tramitada por la presidenta Bachelet en años posteriores (a diferencia de la Política Urbana que lleva ya 5 años de implementación). Durante el año 2018 y con el objetivo de retomar este trabajo, el ministro Walker creó en ODEPA el Departamento de Desarrollo Rural que desempolvó la PNDR y luego de distintos ajustes, actualizaciones y un amplio proceso de escucha social -que contó con la colaboración de distintas ONG y la participación de alcaldes y organizaciones civiles y campesinas-, se consensuó una propuesta con 14 ministerios que fue firmada por los ministros de la Comisión Interministerial de Ciudad, Vivienda y Territorio el pasado 20 de enero. El documento será, en los próximos días, firmado por la Presidencia para luego ingresar a Contraloría General de la República para el proceso de toma de razón. Sabemos que visibilizar los desequilibrios territoriales es muy importante, por lo que esperamos que esto suceda con la mayor rapidez posible, para implementar a la brevedad la PNDR y poner en funcionamiento la institucionalidad correspondiente que permita cumplir su objetivo de mejorar la calidad de vida y aumentar las oportunidades de nuestros habitantes del mundo rural.

Además, quisiera señalar que la PNDR promovida por el mismo ministro Walker, busca explícitamente lograr las condiciones adecuadas para un desarrollo integral, no puramente económico, a través de la adopción gradual, planificada y sostenida de un paradigma que concibe un accionar público con enfoque territorial e integrado en distintos niveles, que propicia sinergias entre los distintos actores para alcanzar un mayor desarrollo rural.

En esta misma línea, informar que desde 2018 el Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario (INDAP) ha llevado adelante un proceso de revisión de indicadores y adecuación de sus programas territoriales de fomento más importantes, entre ellos el Programa de Desarrollo de Acción Local (PRODESAL), llevándolos a establecer una mirada más integral e intersectorial, poniendo mayor énfasis en el impacto que tienen sobre la calidad de vida de sus usuarios, que va más allá de la entrega de subsidios.

Este año, junto con establecer un plan de acción interministerial que pondrá en marcha la PNDR y un Consejo Nacional de Desarrollo Rural, que le dará seguimiento; se dará a conocer el Sistema de Indicadores de Calidad de Vida Rural que dará cuenta del cambio relativo en el tiempo del bienestar social y económico, determinando las brechas existentes entre territorios y proponiendo estándares para los ámbitos social, económico, ambiental y cultural.

En estos casi dos años de gestión, el ministro ha diseñado y adaptado su programa de trabajo con visitas a cerca de 100 comunas rurales a lo largo de todo Chile. Reforzando esta labor y gracias a un histórico proceso de escucha -impulsado desde el estallido social- se han realizado cerca de 2.000 diálogos ciudadanos en casi la totalidad de las comunas rurales del país (245 de las 263), y hemos mantenido un estrecho trabajo con todas nuestros equipos territoriales bajo el lema “Santiago no es Chile”, ayudando a visibilizar la riqueza de nuestra gran diversidad territorial.

Por último, y en el mismo espíritu de colaboración que he señalado, invitamos a ambos académicos, desde su valiosa visión y experiencia, a acercarse a nuestro Ministerio para aportar en la implementación a nivel nacional, regional o comunal, donde tenemos una gran tarea de seguir fortaleciendo las capacidades para hacerse cargo de este gran cambio que estamos impulsando; ya que si bien las críticas son bienvenidas son mucho más las propuestas con mirada de co-construcción que nos ayuden a hacer de  Chile un país más libre y justo.