Avisos Legales
Opinión

La importancia de democratizar el conocimiento

Por: Paz Tondró y Bárbara Astudillo | Publicado: 20.02.2020
La importancia de democratizar el conocimiento |
Se vuelve necesaria una nueva constitución que sea escrita por todas, todos y todes, que derribe los privilegios establecidos en la actual que no ha generado más que desigualdad, que devuelva el agua a los territorios, que termine con el rol subsidiario de un Estado que ha dejado en total abandono a la gente que no puede pagar por un servicio privado. Chile se ha cansado, ya no existe la misma población dormida, hoy se han tomado todos los espacios para auto gestionar la educación cívica que el Estado ha negado por años.

Entre el olor a lacrimógena se divisaba en una de las tantas paredes de la ciudad la siguiente frase: ‘’Estudia y devuelve la mano a la pobla’’. Palabras que hacen todo el sentido del mundo. Porque cuando vienes de un entorno en donde hay más piedras y polvo que áreas verdes te vuelves más consciente de que los privilegios, que adquieres por suerte, no puedes conservarlos solo para ti, sino compartirlos con la mayor cantidad de personas que puedas. El plebiscito del 26 de Abril se trata también de darnos cuenta de nuestros privilegios, bajarnos del pedestal paternalista académico y entregar todos nuestros conocimientos de la manera más horizontal, clara y sencilla posible.

Se vuelve necesario que los conceptos que circunscriben el proceso, como por ejemplo, cuál es el verdadero significado de la hoja en blanco, el tema de los quórums y qué opciones de asambleas/convenciones tendremos para escoger, queden más claros que nunca sin muchos tecnicismos aparejados.

De esta manera, no darles espacio a personas que solo buscan desinformar a través del privilegio que saben que poseen, que saben que hablando con palabras bonitas y rebuscadas llegarán a la población que han manipulado durante tantos años a través del miedo, ‘’que seremos como Venezuela’’, gritan algunos sin ningún pudor, al comparar nuestra realidad a la de un país en donde las cosas se hicieron desde un principio de manera distinta.

‘’Rechazar para reformar’’ tienen de eslogan otros, cuando han tenido dormidos en el congreso una serie de proyectos sociales durante años. Estos que podrían haber incidido de manera positiva en la vida de las personas, como por ejemplo la reforma al código de aguas que ahí está flotando en el espacio desde hace 12 años a pesar de que en localidades como Petorca y Cabildo escasea el agua como recurso natural debido a su privatización, llevando a familias a abandonar sus localidades o a ver como sus animales mueren de sed.

Se vuelve necesaria una nueva constitución que sea escrita por todas, todos y todes, que derribe los privilegios establecidos en la actual que no ha generado más que desigualdad, que devuelva el agua a los territorios, que termine con el rol subsidiario de un Estado que ha dejado en total abandono a la gente que no puede pagar por un servicio privado. Chile se ha cansado, ya no existe la misma población dormida, hoy se han tomado todos los espacios para auto gestionar la educación cívica que el Estado  ha negado por años. Chile ya no se mueve por el miedo que nos infunden, hoy Chile se mueve en amor, unidad y con la convicción de realmente hacer un cambio.

Con abrir el proceso a la creación de una nueva constitución no solo estamos diciéndole a los poderosos que de poder poco les queda, sino que también abrimos la posibilidad a finalmente escribir la historia desde nuestro punto de vista y desarrollar un verdadero pacto feminista socio-ambiental con un sistema sustentable que sea amigable con el ecosistema, que no nos frenen nunca más los proyectos de ley con contenido social solo por ser ‘’inconstitucionales’’ y en donde la tan anhelada equidad no sea una utopía sino una realidad.

Paz Tondró y Bárbara Astudillo