«Me queda 4% de batería y 3% de aprobación»: Kramer le da voz al estallido social en exitosa rutina

En la noche inaugural del Festival de Viña del Mar 2020 el humorista Stefan Kramer fue probablemente la nota más alta. Ante la gran expectación que había en torno a su rutina y a las de los otros humoristas, Kramer no decepcionó, ya que no solo se refirió al estallido social, sino que prácticamente toda su rutina estuvo centrada en este fenómeno.

El humorista presentó una serie de imitaciones y enfocó parte de su rutina en sus experiencias personales en relación al estallido social, donde se reconoció como una persona que vivía «entre los cuicos», y que el proceso del estallido social lo llevó a confrontar a su entorno familiar y social.

Desde el encuentro avergonzado con sus vecinos que estaban en contra de las manifestaciones, hasta el momento en el que conversa con uno de ellos, Kramer hizo un claro llamado al diálogo y reencuentro social: «aunque tu rechaces, y yo apruebe, no por pensar diferente vamos a ser enemigos«. Rutina que estuvo siempre enfocada en sus reflexiones en torno al proceso iniciado el 18 de octubre y particularmente al escenario de polarización por el que atraviesa el país.

En esta misma línea el humorista presentó nuevas y viejas imitaciones, especialmente a personajes del mundo político y social que han sido protagonistas de distintos episodios y momentos particulares en los últimos cuatro meses como Francisco Vidal, Joaquín Lavín, Patricia Maldonando, el Flaco, Gabriel Boric, Karla Rubilar y Jaime Mañalich.

En su imitación a Mañalich, por ejemplo, destacó su frase «nuestro sistema de salud es uno de los mejores del sistema solar«, mientras que en su imitación a Sebastián Piñera, la frase que más causó risas fue cuando comentó que le quedaba «4% de batería y 3% de aprobación«.

Su apoyo a la mas movilizaciones

Su rutina se desarrolló cronológicamente, basada en sus experiencias durante el estallido social, pasando desde la timidez inicial hasta sus incursiones en protestas y marchas, y si bien a ratos el público pifeó a algunos de sus personajes, el artista siempre tuvo una broma o una vuelta de tuerca a mano para revertir la rabia en risas y continuar sin mayores sobresaltos su show.

Cuando relató una de sus experiencias cercanas con la primera línea, Kramer sostuvo: «Debo reconocer que sentí miedo, y una persona me dijo ‘no sintai miedo, si gracias a la primera línea podemos marchar‘», sacando aplausos de parte del público.

En ese contexto, también mostró varios carteles con consignas que suplieron a las desechadas pancartas, entre las que destacó la frase: «la revolución en Chile no es de izquierda ni de derecha, es de la conciencia«.

Mensaje de unidad

Hacia el final de la primera parte de su presentación, el artista incluyó a «los héroes de la calle», como él mismo los denominó: Baila Pikachu, Sensual Spiderman y Pare-Man.

Junto a ellos, y mientras sonaba la melodía de «El derecho de vivir en paz» de Victor Jara, Kramer señaló que «es posible volver a comenzar, vivir sin miedo, ganarle a la desigualdad» y que «esto hay que solucionarlo entre todos» en base a «una transformación importante desde el amor».

«Es una herida profunda, pero la violencia no la va a sanar, tenemos que hacerlo entre todos, vamos que se puede«, concluyó el artista.