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Brigadistas relatan cómo es su complejo día a día con Carabineros: «Hemos recibido agresiones de manera directa»

Por: Carolina Ceballos | Publicado: 10.03.2020
Brigadistas relatan cómo es su complejo día a día con Carabineros: «Hemos recibido agresiones de manera directa» INCENDIOBRIGADAZONACERO |
De acuerdo al relato de dos voluntarios pertenecientes a brigadas distintas que, habitualmente, prestan servicios de atención de salud en sectores diversos de la zona cero del estallido social, los ataques de funcionarios de carabineros son constantes y se producen sin provocación mediante.

Durante los casi cinco meses de estallido social, varias han sido las brigadas de salud que se han ido constituyendo e instalando en distintos puntos de la zona cero para prestar ayuda a los heridos, estableciéndose un sistema de colaboración que ha permitido superar varias emergencias.

Lamentablemente, quienes se han comprometido con esta labor no remunerada, que surge con propósitos netamente humanitarios, han tenido que enfrentar diversos ataques de índole distinta, uno de los cuales fue denunciado durante la tarde del domingo, en el contexto de la conmemoración del 8M.

Una de las versiones que surgieron en RRSS, específicamente en Twitter, fue que carabineros había atacado a personal de la Cruz Roja, lo que fue rápidamente desmentido por la institución uniformada, que a través de su cuenta en esta red social, aclaró que no se trataba de esta entidad, versión que no logró calmar los ánimos de quienes se apuraron en cuestionar a la organización a la que le enrostran el ataque propiamente tal, independientemente del colectivo afecto a la agresión denunciada, que terminó siendo BIPA (Brigada de Primeros Auxilios) y cuyos integrantes grabaron un video para hacer una narración de los hechos.

En él, Verónica, relacionadora pública del colectivo de salud, fue categórica al entregar su versión de lo sucedido. «Queremos desmentir el comunicado de Carabineros, aclarar que somos una brigada de ayuda humanitaria (…) Nuestra brigada fue brutalmente agredida, esta es la quinta vez que, en menos de semana, varias brigadas han sido agredidas (…) La agresión fue de carácter brutal, un brigadista terminó con sutura en su cabeza debido a la agresión», sostuvo.

Reveladores testimonios

Para conocer en qué condiciones se desempeñan, día a día, en los sectores de mayor concentración de manifestantes como Plaza de la Dignidad, El Desconcierto se comunicó con dos brigadistas que accedieron a ilustrar el complejo escenario en el que cumplen diariamente su labor.

Una de ellas es C.N.S, fundadora y coordinadora de la Brigada Zona Cero y quien, por razones de seguridad, prefiere proteger su identidad. «Respecto a la relación que tenemos con Carabineros, siempre hemos tratado de mantenernos neutros en cuanto a nuestra posición del estallido social y hemos sido bien cuidadosos con las declaraciones que hemos entregado. Sin embargo, y a pesar de que hemos sido súper respetuosos con Carabineros, no ha sido así de parte de ellos. No podemos decir que ellos no nos han atacado directamente o que estamos al medio de un fuego cruzado y, como efecto colateral, podemos recibir agresiones, sino que sí hemos recibido agresiones de manera directa», sostiene.

«Ya estamos en un punto de no retorno, donde no hay ningún respeto por los profesionales de salud, por las brigadas, los puntos de atención, lo que considero grave. Hemos tenido muchas situaciones, así como ha ido evolucionando el tema de las heridas, que al principio eran muchos perdigones, con los químicos de los carros lanzaaguas, mucho quemado. Hoy en día, hay muchas personas gaseadas, una evolución en cuanto a las lacrimógenas que lanzan, que no son las mismas que lanzaban en las manifestaciones de años anteriores, ni tampoco las mismas que lanzaban al inicio de estas manifestaciones. No sabemos su composición ni lo que podría provocar su exposición a largo plazo», comenta con preocupación.

«Hemos recibido ataques directos, en algún momento de perdigones, tuvimos voluntarios a los que les llegaron perdigones directamente. No lesiones graves, pero sí lesiones por rebote. Después empezaron con el tema del gas. Hay bastante evidencia de que Carabineros, en reiteradas ocasiones, nos ha atacado directamente con bombas lacrimógenas sin ningún tipo de incitación, no habiendo manifestantes, cruzadas de violencia, absolutamente nada. Generalmente, durante las noches, al momento de retirarnos del punto, nos han atacado fuertemente con siete, diez lacrimógenas simultáneas a nuestro punto de atención, lo que terminó en un amague de incendio que, si no fuera por los escuderos, nuestra área de seguridad, habría incendiado todo el punto. Eso fue por una lacrimógena que tiraron dentro, que reaccionó con los químicos que había en su interior. Se nos ha tratado varias veces de retirar del punto, pero acá no existen protocolos, depende de la persona que esté a cargo durante el día», cuenta.

«Eso nos molesta, porque en alguna oportunidad hablaron con nosotros, nos pidieron amablemente que nos retiráramos, nosotros explicamos que estamos ahí para atender a todo paciente que requiera ayuda y, sin embargo, al otro día nos gasearon, nos mojaron, nos violentaron. Es complejo, por eso decidimos a veces levantarnos, para evitar este tipo de confrontaciones», dice.

«La semana pasada comenzaron a arrojar gas pimienta a la cara de muchos manifestantes que no estaban usando la violencia, simplemente los estaban increpando. Empezaron a llegar muchos a nuestro punto a eso de las 22:30 horas, el miércoles. Llegó carabineros a desalojarnos con mucha prepotencia. Los chicos a veces reciben empujones, nosotros explicamos que estamos haciendo nuestro trabajo, que tenemos un paciente y, generalmente, esto siempre termina con una amenaza. ‘No, muévanse, muévanse’. Les decimos que tenemos pacientes y ellos, dicen  ‘ah, ya Ok, se los advertimos'», pormenoriza.

«Las veces que nos han querido desalojar, termina con todos gaseados, mojados. Esto no ha pasado a mayores, como con otras brigadas que han sido golpeadas, porque la mayoría de nosotros no reacciona a las agresiones, no les hemos dado la instancia para que nos golpeen. A eso se suma que, en el punto, siempre hay gente de derechos humanos u otro manifestante grabando la situación, puede que eso contribuya a que no hayamos sido golpeados, pero claramente no quieren que estemos ahí, nos insultan constantemente», agrega.

Y concluye que, «en general la relación con Carabineros ha sido bastante difícil de ellos hacia nosotros, porque nosotros no insultamos, no agredimos y si se genera alguna situación de conflicto, no reaccionamos, eso es lo que no ha ayudado a que no nos hayan tomado detenidos, no nos hayan llevado los insumos o no nos hayan golpeado, sin embargo, sí nos han atacado constantemente y hay material audiovisual que respalda lo que estamos diciendo».

«La vez que hubo un amago de incendio, teníamos una paciente adulto mayor dentro del punto que comenzó con una crisis respiratoria muy complicada. Quedamos con una nube de gas atendiendo. Eso ha repercutido en la salud de nosotros, que estamos constantemente haciendo bronconeumonía, con las vías aéreas muy irritadas, cada día más alérgicos, probablemente desarrollando asma».

Desde la Brigada Pío Nono, las declaraciones se mantienen en la misma línea. «Es habitual que las brigadas de salud y los equipos de extracción, suframos ataques de Carabineros», aseguran en el inicio de su relato.

«En la calle nos protegemos con escudos, tanto del chorro como del guanaco, lumazos y disparo de perdigones, además de cascos, antiparras y máscaras antigases. En el punto tenemos bidones con agua para apagar las bombas lacrimógenas, también tenemos el punto identificado como de ‘primeros auxilios'», agrega.

Consultados respecto de la frecuencia de los ataques, dicen que estos se producen «prácticamente todos los días que asistimos, ya sea en la base o en los equipos de salida, hay días en que son más fuertes», dice quien se identifica como J.J.M, integrante del colectivo de salud que se constituyó oficialmente el 19 de octubre último.

Cuando le preguntamos por los ataques más violentos a los que se han visto afectos, recuerda un par de situaciones puntuales que relata, cronológicamente, para este medio.

«El 2 de diciembre ingresaron a la brigada, al menos, siete motocicletas de manera repentina y violenta, con la excusa de detener a un joven. Hacen ingreso con una actitud fuera de todo control y protocolo y casi atropellan a una enfermera de la brigada. Afortunadamente, no terminó con lesiones graves. Por fuera de la brigada, uno de los efectivos la trató de ‘maraca'», pormenoriza.

«El 17 de diciembre, un piquete de aproximadamente 50 carabineros nos atacaron (a punta de) guanaco, empujones, lumazos e insultos. Una de las chicas cayó y a mí me golpearon en el hombro, nos juntaron con los cascos rojos, nos insultaron y amedrentaron hasta cruzar el puente», agrega antes de continuar con la cronología de episodios de agresión que ha afectado a su brigada.

«El 31 de enero, estábamos con mi equipo de salida. Dos hombres y dos mujeres en calle Carabineros de Chile con Vicuña Mackenna, cuando carabineros salió por la calle que lleva su nombre, a hacer una encerrona. Con mi equipo quedamos justo en la esquina protegiendo. Yo con mi compañero a las otras dos compañeras que estaban con nosotros. Carabineros se puso adelante. Nos llovían piedras por todos lados. Cuando ellos se dan cuenta de que estamos ahí, pongo mi cuerpo en un área libre que había para proteger al equipo. Luego, me llegaron aproximadamente ocho lumazos en la espalda, uno en el casco, otros varios en los escudos y un perdigón tirado a quemarropa a una compañera. Uno de mis compañeros quedó con una herida en el cuello, producto de las piedras, y una compañera fue herida en el brazo. Llegaron equipos de rescate a sacarnos del lugar y nos llevaron a Reñaca con Vicuña Mackenna para ver las heridas. Estábamos debidamente identificados y, aún así, fuimos cobardemente atacados», cuenta.

Y narra un segundo evento ocurrido durante la misma jornada. «Pasadas las 21:20 horas, estábamos con un equipo de salida en calle Carabineros de Chile con Vicuña Mackenna, atentos a los heridos. Se acerca un adulto mayor pidiéndonos, por favor, que lo dejáramos en su edificio (en calle Ramón Corvalán con Vicuña). Nos agrupamos con otros voluntarios, lo rodeamos con escudos y lo fuimos a dejar. Mientras avanzábamos, fuimos atacados por el guanaco. Nos gasearon y nos dispararon perdigones a los escudos, además uno de los carabineros llamó a los compañeros para que nos tomaran detenidos, lo cual afortunadamente no sucedió», testimonia el voluntario en una de las semanas de mayor cuestionamiento a la entidad liderada por Mario Rozas a causa de diversas denuncias de ataques a brigadistas, menores de edad y el bullado caso del adulto mayor, Patricio Bao.

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