Imagen referencial. | Fuente: Agencia Uno (archivo)
Los relatos en Perú, México y Alemania que acá se muestran apuntan a una carencia de un protocolo único que refleje una respuesta expedita e inmediata de parte de la actual administración nacional. Son compatriotas que no pueden volver y que no ven soluciones en el corto plazo, con todo lo que implica estar en otro país.
Sebastián Piñera activó la fase 4: desde el miércoles 18 de marzo estarán cerradas «todas las fronteras terrestres, marítimas y aéreas del país». Había, al menos hasta entonces, una salvaguarda: que el mismo cierre iba a afectar solo a extranjeros; respecto a los chilenos y residentes permanentes en Chile que provinieran de lugares de alto riesgo, podrían entrar al país «sometiéndose a la Aduana Sanitaria y una cuarentena obligatoria de 14 días», precisó la autoridad.
Pero las aerolíneas son empresas que, como tal, buscan la rentabilidad en sus operaciones. Eso guía lo que ellos puedan decidir respecto a los pasajeros, más allá de sus nacionalidades y de las medidas que cada gobierno de cada país haya tomado. Al menos de eso han dado cuenta distintos testimonios que han aparecido, sobre todo en redes sociales.
Con todo, los chilenos en el mundo están dando cuenta de sus condiciones: atrapados en el extranjero.
El viaje estaba agendado hace al menos un año; y Paulo Campos no tenía vacaciones hace dos. Fue el tiempo que necesitó para poder coordinar su estadía junto a la de su familia y amigos. El coronavirus ya había sido declarado una epidemia; no obstante, decidió realizarlo igual: viajó el día viernes a Lima, de allí tomó otro avión a la región de Piura, y desde allí salió a la paradisiáca zona de Máncora.
«Los primeros dos días anduvo todo bien (viernes y sábado): preparamos los tours y todo en orden. Luego, el domingo nos despiertan en la noche temprano y vemos cuando habla el Presidente de Perú. Ahí nos acercamos al televisor y nos llevamos la sorpresa que se cerraban todas las fronteras, se cancelaban los vuelos y todo el tránsito terrestre hasta nuevo aviso», cuenta Paulo desde Máncora.
De acuerdo al registro que tiene del hotel Loki, que es donde está él hospedando, hay 17 chilenos registrados. «Cuatro se fueron a la vida porque no tenían los recursos y los pocos que les quedaban iban a usarlos para salir lo antes posible de acá y no estar en el escenario de no tener plata para devolverse», recuerda.
Comenzó, entonces, el pánico colectivo: cerraron las tiendas del lugar junto con los tours. Cuenta que hubo personas que pagaron «cinco o nueve millones de pesos para tomar un vuelo a sus países y que finalmente no pudieron tomarlos», relata Campos.
El consulado de Perú, dice el afectado, ya fue contactado: le fueron enviados los nombres y ruts de todos los que están en ese hotel. También preguntaron cómo avanzar, dada la restricción del transporte público. «En algún momento la policía local nos habló de la posibilidad de un vuelo humanitario de Chile a Perú, pero tampoco hay certeza, ni siquiera se sabe si es real», dice de los últimos avances respecto a una ayuda. También se habló en el país andino de un papel que pudiera servir de autorización para transportar turistas por vía terrestre, «pero la verdad es que ese documento todavía no existe y sin ese papel, no podemos trasladarnos a ningún lado», se lamenta. Acusa, además, de inoperancia de ambos gobiernos.
«En un grupo de WhastApp de los chilenos que estamos acá hemos leído testimonios de los que no tienen recursos y se están quedando en la calle. A los trabajadores del hotel también los están echando. En Máncora no hay hospital; con uno que se enferme, no hay cómo saber», concluye campo.
Los chilenos en Perú se coordinaron y grabaron este video.
El Plan de Emilio Corales era participar de un congreso de estudiantes de literatura en Guadalajara, México. Llegó a ciudad de México el jueves en la madrugada. Se hospedó en la casa de un contacto de su mamá y el domingo iba a llegar al destino programado. Pero, como en la mayoría de los países, el evento masivo también se canceló.
«Todo se suspendió y de a poco empezó a agudizarse el problema. Se suspendieron las clases y el fin de semana comenzaron a tomarse las medidas que se tomaron también en toda Latinoamércia. Después vino el caso de Chile, donde empezaron a cerrar las fronteras», relata el joven estudiante universitario.
Corales voló por Aeroméxico. En cuanto supo del aviso del Presidente Piñera, se contactó con la aerolínea. «Traté de buscar estar en mi casa, en la ciudad en la que vivo, más que todo para evitar un contagio también. Y en la aerolínea me dicen que no pueden alentar los pasajes, que era lo que pretendía. Me dicen de la misma aerolínea Aeroméxico que no iban a estar volando a Chile mientras mantengan las fronteras cerradas», cuenta respecto a la empresa misma.
Lo último que supo fue que había una aerolínea que aún seguía operando con Chile: Latam. La otra opción que le dio Aeroméxico fue el reembolso: «Era eso o moverme el pasaje para el 5 de abril», dice. «Lo más probable es que tome el reembolso y ver con otra aerolínea que esté volando a Chile».
Los teléfonos están colapsados. Piensa en recurrir a la comunidad chilena asentada allá, pues supo de otros con el mismo problema. Otras tarifas, explica, están altísimas. Durante la tarde de este martes buscaría información y ayuda por parte del consulado.
El testimonio de Andrés Godoy es crudo, cual película de guerra. «Escribo hoy atrincherado en Frankfurt», comienza en un post en su cuenta en Facebook el músico. Y sigue: «Todo ha sido cancelado desde hace varios días. Afortunadamente, la primera parte de mi gira fue excepcional. Luego, de un día para otro, se ha venido la crisis del coronavirus y el pánico creció por Europa y hoy hay muchas ciudades cerradas. Esto realmente parece un paisaje post guerra, desolación, silencio, abandono, nadie en las calles, solo los de siempre, indigentes, pobres».
Como todos, también quiso adelantar el vuelo. Su caso fue por Iberia. En cuanto llegó al aeropuerto, supo que al menos allí no iba a conseguir nada. «Hoy (lunes) por la mañana fuimos a la embajada de Chile allí. Sorpresa, la respuesta fue fría y desoladora: ‘No podemos hacer nada porque no hemos recibido ninguna instrucción del gobierno central de cómo o qué hacer’. Mirando al otro lado de la cordillera observo que Aerolíneas Argentinas ha puesto vuelos a solicitud del gobierno para traer a sus compatriotas a sus tierras. No los dejaron botados. Alemania hoy implementó lo mismo. Cuidan de los suyos», agregó después.
Al renglón siguiente, evaluó que «en Chile estamos solos. Hay dueños de todo y unos productos que pueden ser desechables. Al parecer, nosotros lo somos. Somos hijos del abandono, de la precariedad, del olvido y la traición».
Con el apoyo de los lugareño ha podido sobrevivir. Pero para él, «Iberia y el gobierno de Chile demuestran un profundo nivel de inhumanidad. Abandonan sin asco a sus propios clientes, o compatriotas (…) Cómo es posible que en momentos de contingencia global las aerolíneas y el gobierno de Chile no tengan un plan de gestión de soluciones. No las hay. Solo opera el ‘sálvate solo’ (…) Chile está tomando medidas muy tardías y las consecuencias serán letales (…) Esta crisis global es una oportunidad para sacar a relucir nuestros mejores sentimientos y pensamientos, pero para muchos es un preciso quirúrgico para seguir enriqueciéndose y oscureciéndonos en su codicia», fueron parte de sus conclusiones.
El contacto con el Ministerio de Relaciones Exteriores es complejo. Los teléfonos están colapsados. Las respuestas también son difusas. Por lo pronto, se sabe de una página web con las recomendaciones, que es lo que desde la misma Cancillería sugieren revisar.
En el caso particular de Perú, el canciller Theodoro Ribera señaló a la prensa que ya tomó contacto al menos con el canciller peruano, quien «ha manifestao total disposición (de facilitar la salida de chilenos de allá). Ellos tienen atribuciones para decretar excepciones de carácter humanitario y, por tanto, teniendo claro cuándo las compañías aéreas están en posición de ir a buscar a estos chilenos, nosotros hablaremos con el gobierno peruano para que se facilite el ingreso de los aviones y el retorno a Chile», señaló en un punto de prensa. También escribió en su cuenta en Twitter sobre la apertura de frontera para los compatriotas varados en Tacna.
Buenas noticias. Gestiones personales ante la @CancilleriaPeru nos han permitido abrir por unas horas la frontera terrestre para permitir el regreso de nuestros compatriotas que se encontraban en Tacna. pic.twitter.com/ygZRYsG4lf
— Teodoro Ribera Neumann (@TeodoroRiberaN) March 17, 2020
Con todo, no hay cifras concretas de todos los chilenos en el extranjero con intenciones de retorno (y que hayan, por ejemplo, salido con fecha fijada de retorno). Tampoco hay un protocolo para cada consulado, pues todos responden a las condiciones que imponga cada país frente a la pandemia.
