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Opinión

Las mutuales son las grandes ausentes en la lucha contra el coronavirus en Chile

Por: Juan Moreno Gamboa | Publicado: 26.03.2020
Las mutuales son las grandes ausentes en la lucha contra el coronavirus en Chile compin |
Hoy las mutualidades no consideran que la salud laboral se verá afectada por la amenaza de la pandemia del coronavirus o COVID-19, y no reconocen el lugar de trabajo como un punto de contagio, ya que la trazabilidad de éste dicen no podría ser determinado y en este argumento han tenido la colaboración lamentable de la autoridad que los ha excusado de participar en campañas de  prevención en riesgos laborales tanto por el contagio como por los eventuales daños psicológicos y de salud metal que pudiera ocasionar estar sometidos al estrés del contagio, de colocar en riesgo a la familia por esta enfermedad contagiada en el puesto de trabajo y hasta de la muerte, como se ha visto en el caso del contagio en la Compin de la RM.

El coronavirus nos ha golpeado a todos. La pandemia ha desatado una crisis que se está manifestando en distintas partes de nuestras vidas, poniéndonos en una sensación de inestabilidad agravada por las medidas que ha tomado el Gobierno, cuestión que se ha sentido más como recomendaciones, donde cada actor relevante de la seguridad y la salud laboral  han tenido la oportunidad de adquirir la posición que más les acomoda.

En Chile la población de trabajadores y trabajadoras cubiertas por el sistema de salud laboral corresponde a 6.105.926 de personas,  el seguro de la ley 16.744 protege a estos pocos más de seis millones de trabajadores, y ello obliga a los administradores del seguro cotizado, conocidos como mutualidades, a dotar de prevención de riesgos en enfermedades profesionales a sus afiliados.

Muchas veces he dicho que es importante que las organizaciones no se aprovechen de las crisis perjudicando a los (as) trabajadores (as), especialmente quienes se desempeñan en trabajos considerados en una línea de alto riesgo, entre otros en el  trabajado de la salud y de las líneas de abastecimiento de alimentos  y productos, como los supermercados y farmacias. Ellos hoy están cumpliendo con un deber social, exponiéndose junto a  sus familias, para asegurar el abastecimiento que todos necesitamos.

La salud laboral tiene como una pieza central a las cuatro mutualidades existentes en Chile, ACHS, MUSEG, IST y la estatal ISL, además de las administraciones delegadas Codelco y la Universidad Católica. Las mutualidades tienen un deber legal y un mandato ético con la salud de los (as) trabajadoras que en estos momentos han brillado por su ausencia.

Hoy las mutualidades no consideran que la salud laboral se verá afectada por la amenaza de la pandemia del coronavirus  o COVID-19, y no reconocen el lugar de trabajo como un punto de contagio, ya que la trazabilidad de éste dicen no podría ser determinado y en este argumento han tenido la colaboración lamentable de la autoridad que los ha excusado de participar en campañas de  prevención en riesgos laborales tanto por el contagio como por los eventuales daños psicológicos y de salud metal que pudiera ocasionar estar sometidos al estrés del contagio, de colocar en riesgo a la familia por esta enfermedad contagiada en el puesto de trabajo y hasta de la muerte, como se ha visto en el caso del contagio en la Compin de la RM.

La Superintendencia de Seguridad Social ha dictado varios ordinarios consecutivos eximiendo de la responsabilidad preventiva a las mutualidades, así, en la ORD N°1124, del 16 de marzo del 2020 señaló que “Considerando que el MINSAL anunció el día de hoy la entrada en FASE 4 de la situación  de contagio en el país, se determina que las denuncias de enfermedades no podrán ser calificadas como de origen laboral” Así se excusaba a las mutualidades de evaluar siquiera la exposición de tipo laboral al virus y, en consecuencia, de medidas profilácticas o de prevención de riesgos.

De esta forma más de SEIS MILLONES de trabajadores y trabajadoras no han recibido ningún tipo de apoyo preventivo, de difusión de medidas sanitarias para evitar el contagio de COVID-19 ni mucho menos algún producto como mascarillas, alcohol gel u otro . Así la Salud Laboral ha sido la gran ausente en las campañas nacionales de protección y prevención frente a la pandemia.

¿Realmente creen que los trabajadores no pueden definir el lugar de trabajo como un punto de contagio? Con los niveles de aglomeraciones que vimos en los supermercados, ¿dónde las cajeras atendieron aproximadamente un promedio de 200 personas diarias?

Siempre los trabajadores somos considerados para los discursos y las palabras de buenas crianzas, pero cuando se trata de tomar medidas concretas, los costos de éstas son traspasados a nosotros, los trabajadores, los que  estamos en el sector más vulnerado de la sociedad.

El sistema de salud público, no está dando abasto y todos los días vemos como la crisis interna se ha agravado con la atención del COVID-19, por esto eso es importante que la SALUD LABORAL y las MUTUALIDADES participen y desarrollen toda su experiencia en prevención de riesgos para la salud de los y las trabajadoras, tienen un rol social que deben cumplir y no pueden zafar con una «leguleyada».

Si las mutuales cumplieran con su deber y mandato con la salud de los trabajadores, la incertidumbre y vulnerabilidad a la que nos vemos expuestos, podría ser mucho menor, contribuir a la protección, y bajar la ansiedad ante un eventual contagio, que se refleja en forma directa en la salud mental e integral de los y las trabajadoras.

Juan Moreno Gamboa