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Parir con COVID-19: Mujer da a luz en Clínica Dávila y pone a prueba protocolo del Minsal

Por: Meritxell Freixas @MeritxellFr | Publicado: 28.03.2020
Parir con COVID-19: Mujer da a luz en Clínica Dávila y pone a prueba protocolo del Minsal Foto referencial embarazo y covid-19 |
El establecimiento con sede en Recoleta es el primero que se conoce con registro de parto de una mujer contagiada por el virus. Otros, como el Hospital San José, han atendido mujeres embarazadas con sospecha de contagio. Si bien no hay evidencias de transmisión de madre a hijo, el Minsal ha definido unas pautas de actuación para proteger a las personas gestantes que necesitan atenderse en plena cuarentena.

El pasado jueves 19 de marzo, una mujer con resultado positivo en COVID-19 dio a luz en la Clínica Dávila. Se trataría del primer parto que trasciende a la opinión pública de una mujer contagiada por el virus en Chile.

El 18 de marzo, las subsecretarías de Salud Pública y de Redes Asistenciales del Minsal publicaron un protocolo de actuación para las mujeres embarazadas con resultado positivo por coronaviurs o sospechosas de ello. El documento –Protocolo de manejo de casos SARS-COV-2 (covid-19) en gestantes, puérperas y/o diadas– deja en claro que no existe evidencia científica de transmisión vertical –de madre a hijo– durante el embarazo. Así lo establece, también, la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, según publicó recientemente la revista científica JAMA, eso ya no puede asegurarse. Dos estudios realizados en China a 33 mujeres embarazadas y enfermas de COVID-19 revelan que tres de ellas dieron a luz a bebés contagiados con el virus. Los tres, con neumonia, sobrevivieron después del tratamiento.

El protocolo también advierte que “las mujeres embarazadas podrían tener un mayor riesgo de enfermedad, morbilidad o mortalidad severas» en comparación con la población general, «debido a los cambios fisiológicos propios de la gestación”. Además, alerta que en algunas embarazadas positivas para COVID-19 se han reportado casos de partos prematuros, aunque –precisa– “no está claro que estos, sean producto de la infección materna por dicho virus”.

En términos generales, el Minsal recomienda aplicar a las mujeres gestantes o puérperas con sospecha de COVID-19 un enfoque de prevención, evaluación, diagnóstico y tratamiento “similar” al que se aplica al resto de la población, pero especifica algunas medidas particulares para la atención durante el trabajo de parto y el parto. Por ejemplo, indica que el tipo de parto sea “según preferencia de la mujer cuando las condiciones materno-fetales lo permitan”, sin priorizar la cesárea en el parto, y que se mantenga el acompañamiento de un familiar durante el trabajo de parto. Sugiere también reducir al mínimo el uso de anestesia general o de óxido nitroso (alternativa para aliviar el dolor), “dado que existe el riesgo de mayor aerosolización y propagación del virus”. Durante el parto, la autoridad sanitaria aconseja a obstetras y matronas realizar una “ligadura precoz del cordón umbilical” y evitar el contacto piel con piel entre la madre y el recién nacido.

Según ha podido confirmar El Desconcierto, el parto que tuvo lugar en la Clínica Dávila se hizo por cesárea, aunque no se ha podido esclarecer si esa intervención se definió por tratarse de una paciente con COVID-19 positivo o bien por otras razones. Desde la Clínica Dávila se han negado a responder las preguntas de este medio y se han limitado a señalar que «los protocolos y procedimientos relacionados con este caso se llevaron a cabo bajo estricto cumplimiento de los normas del Ministerio de Salud y las guías clínicas establecidas por la institución, que incluye el consentimiento firmado por la paciente».

Foto referencial coronavirus y embarazo / Foto: Getty Images

«Todo el hospital hablaba de que había una embarazada con coronavirus«

En el Hospital San José, en tanto, las alarmas se dispararon el día 25, cuando una mujer de 26 años y con 35 semanas de gestación ingresó al área de Urgencias Ginecológicas. “Fui a mi control ginecológico semanal y la doctora me mandó a Urgencias por estar resfriada. Me dijo: ‘¿Cómo usted se anda paseando con el coronavirus?’”, explica la mujer a este medio. “Yo traté de explicarle que me resfrié porque me quedé dormida con el ventilador prendido, pero ella no escuchó mis razones”, añade.

La joven, que además sufre hipertensión crónica y diabetes gestacional, cuenta que nadie le preguntó si había mantenido contacto con personas contagiadas, como indica el protocolo, pero aún así fue aislada automáticamente desde las 09:30 hasta las 18:00 horas.

“Me tuvieron ocho horas sin comida ni agua, con un suero sí, pero abandonada totalmente en una sala”, se queja. Dice que en todo este rato, pasó una sola funcionaria, a las 12:25 horas, a tomarle muestras de sangre, la temperatura, la presión arterial y a hacerle el test PCR del coronavirus. La mujer lamenta que no pudo comunicarse con nadie de su familia y que tampoco le permitieron verse con su madre, quien la acompañó en la visita.

“Cuando mi mamá se acercó a preguntar por mí, todo el hospital ya hablaba de que había una embarazada que estaba con coronavirus. Les faltó ponerlo en el altoparlante. Antes de tener el resultado del test ya dieron por sentado que estaba con el virus”, critica la paciente.

El documento del Minsal establece que en caso sintomatología o factores de riesgo en una usuaria, se debe activar inmediatamente el protocolo. Dice que debe «minimizarse su permanencia en el mismo espacio con otros pacientes” y que la paciente debe “disponer de un box individualizado y adaptado, con el fin de disminuir la posibilidad de contagio a otras gestantes”.

El Ministerio es enfático en que se debe “realizar la espera con medidas de aislamiento”, como se aplicaron a la mujer. Sin embargo, para la paciente del Hospital San José las horas que pasó apartada fueron un “abandono total de las matronas”, “un mal rato” que tuvo que vivir sin entender –hasta hoy– “por qué la aislaron si no había ningún test positivo”. Sus sensación fue que “no sabían qué hacer” con ella porque “no estaban preparados”.

A las 18 horas, la mujer fue trasladada a la unidad de alto riesgo obstétrico del establecimiento, en el 4º piso. “Me quería ir y empecé a gritar y a sacarme la vía. Entonces llegaron los médicos y me cambiaron de lugar”, relata. La ingresaron en una sala, aislada también, pero con baño y “mejores condiciones”. A las 2 de la madrugada le informaron de que su examen había dado negativo. Al día siguiente fue dada de alta, no sin antes manifestar su disconformidad con la forma en que se abordó su caso.

Un protocolo «improvisado»

El Colegio de Matrones y Matronas de la Región Metropolitana ha detectado una aplicación «poco clara» del protocolo del Minsal. El caso del Hospital San José es un ejemplo de ello: la paciente se sintió abandonada por el personal sanitario, pero los profesionales aplicaron el aislamiento, tal y como exige la pauta ministerial.

“Este protocolo se sacó de forma muy improvisada, para responder de un día para otro [a la emergencia], pero no se aplica a las realidades locales de cada uno de los establecimientos de salud”, apunta Katiuska Rojas, presidenta regional del gremio. “Estamos viendo a equipos ideárselas para elaborar flujos y protocolos internos que hagan que los equipos funcionen, de acuerdo a las condiciones y elementos de seguridad de los que disponen”, agrega la matrona.

La dirigenta critica que no hay disponibilidad de material de seguridad (mascarillas, guantes, antiparras, etc.) para todos los profesionales: “Eso hace que haya más angustia a la hora de llevar a cabo los protocolos y que no los podamos implementar”, expone.

En opinión de Rojas, el Minsal ha desoído algunas recomedaciones de la OMS, como lo que se refiere a la lactancia de las madres con COVID-19 positivo y que presenten síntomas (fiebre, dificultad para respirar). En Chile no se recomienda que estas madres amamanten a sus recién nacidos. Los pequeños deben quedar hospitalizados en neonatología y la leche se les tiene que proporcionar por extracción que un profesional obtiene de la madre con un aparato extractor.

“La lactancia directa no está contraindicada, si tomamos todos los elementos de protección (mascarillas, guantes, antiparras…) para las pacientes con COVID-19 positivo”, contradice Rojas.

Sin embargo, más allá de la recomendación estándar, el protocolo deja claro que si la madre, “a pesar de lo indicado”, decide hacer contacto piel a piel, “lo hará con mascarilla y lavado estricto de manos”. Además, en la ficha clínica quedará registrada la información entregada por el equipo de neonatología y la decisión de la mujer.

Katiuska Rojas insiste que en esta fase de la epidemia es imprescindible que las mujeres embarazadas no salgan de casa para prevenir cualquier tipo de enfermedad. Solo si se detecta un aumento de la temperatura por encima de los 38 grados o malestar “muy grave”, es recomendable acudir a un centro médico. Por eso, insta a alcaldes para que en sus municipios “puedan desplegar con mayor fuerza” a los profesionales de salud, especialmente a las matronas, para que puedan visitar a las mujeres gestantes y pérperas y seguir sus controles pre y postnatales.

Desde el Colegio de Matrones y Matronas de la RM se ha puesto a disposición una red de matronas voluntarias que hace atención online por videollamada cada jueves a las mujeres que tengan dudas y necesiten ayuda y orientación en tiempos de coronavirus.

Lee el Protocolo de manejo de casos SARS-COV-2 (covid-19) en gestantes, puérperas y/o diadas acá:

Protocolo Manejo de Casos SARS-CoV2 COVID19 en Gestante Puérperas y/o Diadas on Scribd

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