Avisos Legales
Opinión

La inaceptable provocación de Piñera

Por: Roberto Pizarro H | Publicado: 06.04.2020
La inaceptable provocación de Piñera | Foto: Agencia Uno
La presencia de Piñera en la Plaza de la Dignidad es un acto indecente, porque, como dice la real Academia Española, decencia, significa recato, honestidad, modestia. Ninguna de esas palabras se encuentra en el vocabulario del actual presidente y menos en su presencia desafiante en una plaza que no le pertenece; que por decisión democrática y libertaria es propiedad de los críticos de su gestión y de quienes rechazan lo que Piñera representa: especulación, abusos y arbitrariedad.    

Intento una explicación a la presencia desafiante de Piñera en la Plaza de la Dignidad y no la encuentro.  Creo que nadie, con un mínimo de criterio, la encontrará. La actitud de Piñera es una clara provocación a la ciudadanía que durante cuatro meses exigió sus derechos al gobierno y a toda la clase política; es también una provocación a las chilenas y chilenos que murieron, perdieron la vista y fueron detenidos en la Plaza de la Dignidad, en la búsqueda de construir un país más justo.

La presencia de Piñera en la Plaza de la Dignidad es un acto indecente, porque, como dice la real Academia Española, decencia, significa recato, honestidad, modestia. Ninguna de esas palabras se encuentra en el vocabulario del actual presidente y menos en su presencia desafiante en una plaza que no le pertenece; que por decisión democrática y libertaria es propiedad de los críticos de su gestión y de quienes rechazan lo que Piñera representa: especulación, abusos y arbitrariedad.    

La decencia se inculca desde la cuna, como la lengua materna y los hábitos de aseo. No es un asunto de dinero. Sebastián Piñera, como su hermano José, no adquirió ese hábito. Cree que puede hacer cualquier cosa. Actúa sin recato ni modestia en su presencia comunicacional, siempre tratando de avasallar a sus ministros y a cualquiera se encuentre al frente. Cree que eso aumenta su popularidad. Pero, se equivoca porque tiene cansada a la audiencia, la opinión pública está agotada con su discurso poco convincente. Y ahora, aún más grave, al depositar su parte posterior bajo el monumento del general Baquedano, agrede irresponsablemente a las víctimas de su gestión y accionar represivo durante las protestas, iniciadas el 18 de octubre.

Exigimos al presidente decencia y respeto por la ciudadanía y sobre todo por los que han sufrido, antes en las protestas contra los abusos y ahora por la pandemia. Se lo estamos pidiendo a quien nos gobierna, al que propone las leyes, quien maneja los recursos públicos, el que controla a los hombres de armas e informa y orienta a la ciudadanía.

La presencia irresponsable de Piñera en una plaza que no le pertenece es una provocación inaceptable que sólo conducirá a mayor violencia social. No lo favorece, lo degrada. Se equivoca Piñera si cree que esta actuación mediática le entregará más popularidad.

Roberto Pizarro H