Cuatro carabineros reconocen que dispararon cerca de Fabiola Campillai la madrugada del ataque

Las opciones sobre el posible autor del disparo de la bomba lacrimógena que hirió a Fabiola Campillai se redujeron: de 17 carabineros que han prestado declaración, hubo cuatro que reconocieron haber usado sus armas y haber estado en el perímetro del ataque esa madrugada de 26 de noviembre. Esto, de acuerdo al proceso investigativo que lleva la fiscal Paola Zárate, de la Fiscalía de Alta Complejidad Occidente.

Los uniformados involucrados, según señaló La Tercera, son los capitales Patricio Maturana y Jaime Fernández, el teniente Edgar Maldonado y el carabinero Jorge Garrido. Todos cumplen funciones en la 14º Comisaría de San Bernardo.

De acuerdo al relato entregado por Ana María Campillai, hermana de Fabiola, esa noche no habían desmanes que impulsaran el disparo. Pero según Patricio Maturana, se trató de una respuesta a lo que allí ocurría: «Al momento de retroceder estas personas avanzaban lanzando objetos (…) Luego de ello, la gente sigue avanzando, llegaron a 25, a 30 metros de nosotros (…) El capitán Fernández usa su carabina lanzagases, posteriormente el teniente Garrido también dispara su carabina lanzagases y el tercer disparo lo efectué yo», dijo.

Según Maturana, el humo le impidió ver el panorama. No obstante, le pidió a Fernández que dejara constancia del disparo. «No me di cuenta de que se lesionó una persona», precisó. Luego, cruzando las publicaciones de la prensa con un llamado que la gobernadora regional hizo ese día (según dijo el capitán), comenzaron a considerar el daño. Revisaron también cámaras corporales, pero según el propio Jaime Fernández, en la que portaba él «no se apreciaba el hecho en sí».

Cuando Fabiola cayó, su hermana fue a pedirle ayuda a los mismos carabineros que allí estaban, en Fermín Vivaceta. El teniente Maldonado señaló: «Lo único que vi fue una señora que estaba en dicha calle que iba a dirección a carabineros, no escuchando si decía algo, momento en que lanzo la bomba para que la alcance». Entonces Ana María recibió el gas lacrimógeno. Tampoco escuchó el carabinero Garrido «debido a mi disparo», por los alcances auditivos de la acción.

De todos los involucrados como testigos, solo Maturana tiene representación judicial: el abogado Mario Vargas, de la Corporación de Asistencia Jurídica para Carabineros. «En esta investigación se le han vulnerado los derechos fundamentales del capitán Maturana y, como consecuencia de ello, hemos solicitado una audiencia de cautela de garantías», precisó en el matutino. Y concluyó que «no existe ningún antecedente serio para acreditar su responsabilidad».