“Uno viene a buscar el pan de cada día”: El drama de los bolivianos varados en Iquique

Una compleja situación viven más de 700 ciudadanos bolivianos que han intentado ingresar a su país desde Chile hace ya más de una semana.

Esto porque desde que la presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Añez, decretó el cierre de las fronteras para combatir el COVID-19, estas personas han quedado literalmente varadas en la frontera, debiendo dormir en las calles y sobrevivir con escasos recursos durante largos días.

Entre estas personas, «hay 18 menores de edad, tres mujeres embarazadas, más de 30 adultos mayores y también personas con problemas de movilidad, problemas de enfermedad crónica», explicó el alcalde de Colchane, Javier García hace algunos días.

Por esto, y solo después de que con el pasar de los días fuera quedando claro que el gobierno boliviano no dejaría entrar a sus compatriotas (hubo hasta un incidente de violencia en el que los varados intentaron entrar a la fuerza y fueron repelidos con armas), es que el gobierno provincial de Arica decidió trasladar a estas personas al liceo A-7 , donde desde este lunes han estado pernoctando en colchonetas.

En este registro el alcalde de Colchane explica que se habilitó el recinto educacional en coordinación con el edil de Iquique porque «Colchane no cuenta con las condiciones para albergar a tantas personas».

Al respecto, el Gobernador de Iquique, Álvaro Jofré, explicó a El Desconcierto que «fue un tema de razones humanitarias traerlos» y que por ahora «no tenemos ninguna proyección» de cuándo estas personas van a poder regresar a su país de origen.

Asimismo, respecto de un supuesto cambio en la postura del gobierno boliviano que habría habilitado un campamento en la localidad de Pisiga para que los retornados pasaran la cuarentena obligatoria, Jofré sostuvo que «el gobierno (boliviano) nunca dijo que estaba abierta la frontera».

«Hemos aguantado hambre y frío»

Los relatos de los bolivianos varados son realmente estremecedores. El ciudadano Arturo Yanque es uno de los tantos que se encuentran en esta situación, y sostuvo que están «pésimo, somos más de setecientas personas que están esperando hace más de una semana una solución«.

«Yo creo que mi presidenta no debe tener hijos o papá, para que esté actuando así. A veces uno viene a otro país a buscar el pan de cada día», agregó.

En cuanto a las autoridades de su país, Yanque añadió que «no ha venido ni un representante a decirnos nada. Hemos aguantado hambre, frío en la noche, y el primer día que fuimos a la frontera los militares nos dijeron ‘hagan la fila’ y la hicimos, pero nos hicieron la burla, y no nos dejaron pasar».

La situación ha hecho que el ex mandatario boliviano, Evo Morales, intercediera a favor de sus compatriotas varados, haciendo un llamado a la presidenta de facto, Jeanine Añez, a que disponga «que la línea aérea estatal BoA organice vuelos solidarios y gratuitos para transportar hasta Bolivia, con normas de bioseguridad, a los compatriotas que se hallan en situación de emergencia en Iquique». 

«Lamento la insensibilidad del gobierno que no permite que nuestros hermanas y hermanos, muy humildes, muchos jornaleros que han perdido por la pandemia su trabajo en Chile, ingresen a Bolivia», agregó Morales.

El ministro de Relaciones Exteriores, Teodoro Ribera, informó este lunes sobre el cierre de un acuerdo con el gobierno de Bolivia para definir el futuro de estas personas, el cual incluiría que pasarán su cuarentena en el mencionado establecimiento educacional, y ya habría sido coordinado con la canciller boliviana, Karen Longaric.

Asimismo, luego del cruce de frontera, deberán estar siete días más en cuarentena en la localidad de Pisiga. “A medida que vayan saliendo, otros tomarán su lugar”, dijo el canciller. A modo de adelanto indicó que  “esperamos que este fin de semana puedan trasladarse las primeras personas a Pisiga”.

A continuación, te dejamos un registro fotográfico de la noche en la que los ciudadanos bolivianos fueron trasladados al liceo A-7 (Fotos: Hugo Pinto):