| Fotografía de Agencia Uno
Si bien, el cuerpo viajó en un ataúd herméticamente sellado, por lo que se descartó una posible propagación del virus, de igual manera se abrió una investigación judicial en contra de los familiares del hombre, por eventuales irregularidades en la documentación presentada para que el fallecido pudiera ser trasladado.
Este sábado aterrizó en Argentina un vuelo proveniente de Nueva York, Estados Unidos, ciudad desde la que viajaron 243 ciudadanas y ciudadanos trasandinos, que se encontraban varados en la nación norteamericana debido a la emergencia sanitaria mundial por el coronavirus.
Sin embargo, había otro pasajero a bordo que generó una polémica en el país vecino. Se trata de un hombre de 91 años que falleció en EE.UU. por COVID-19, y que viajó todo el trayecto embalsamado en un féretro, en la misma nave que las demás argentinas y argentinos que retornaban a sus hogares.
Elías Masri se llamaba el difunto que fue embarcado en el avión de Aerolíneas Argentinas junto su familia, en un ataúd herméticamente sellado, por lo que se descartó rápidamente posible propagación del virus. No obstante, de igual forma se abrió una investigación judicial en contra de los familiares del hombre por eventuales irregularidades en esta llegada.
Esto, debido a que la aerolínea acusa que estas personas habrían adulterado la información clínica del deceso al momento de embarcarse en el vuelo.
Desde la compañía aseguran que, si bien en la primera hoja de documentación presentada se señalaba una «muerte natural», dentro del cuerpo del texto se menciona una insuficiencia respiratoria por COVID-19.
Por su parte, la familia afirma que, en una primera instancia, pretendían que el féretro arribara en otro vuelo privado. Además, comentan que el anciano no fue cremado – como se recomienda en los casos en que las víctimas fallecen por coronavirus -, debido a que practicaba la religión judía, por lo que procedieron a embalsamarlo.
