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«Pudimos haber frenado la transmisión a nuestros hijos»: El drama de una familia que denuncia 10 exámenes por COVID-19 inconclusos

Por: Carlos Jara | Publicado: 25.04.2020
Los Arriagada González, de Hualpén, han vivido unas semanas del terror este último mes. Desde que Catherine (la madre) acudió por primera vez a un centro médico a mediados de marzo hasta el día de hoy, se han tomado un total de 10 exámenes PCR sin poder determinar aún si padecen COVID-19 o no. A la incertidumbre se suma el hecho de que sus propios hijos dieron positivo en dos de esos 10 exámenes, y que su hija menor, de solo 1 año y nueve meses, padece de asma crónico. En el siguiente reportaje El Desconcierto ahondó en las causas de esta situación, y en el calvario que ha significado para la familia el verse envueltos en ella.

El 23 de marzo Catherine González (35) acudió al Hospital Regional de Concepción para tomarse un examen por COVID-19, pues presentaba los síntomas de la enfermedad y en los días previos había estado en contacto con una persona que dio positivo para la misma. A pesar de esto, en la Urgencia de dicho recinto se le negó el examen y se le recetó un comprimido de paracetamol cada 8 horas.

Afortunadamente, días atrás González había acudido a un Cesfam de Hualpén por la misma razón, lugar donde se le extendió una licencia médica por catorce días, por lo que no tuvo que regresar a su trabajo inmediatamente.

Tras esto, el 27 de marzo, Catherine acudió a la Clínica Universitaria de Concepción, donde sí se le realizó el examen por COVID-19, dando negativo el 1 de abril.

Sin embargo, más de una semana después, el 6 de abril, un día después de que Catherine volviera a su puesto de trabajo porque se había acabado su licencia, la llamaron desde la Seremi de Salud del BíoBío para comunicarle que ahora su examen era positivo, y que ella y todo el turno del Hospital Traumatológico -donde se desempeña- con el que entró en contacto debían someterse a cuarentena.

Su esposo, Hugo Arriagada (32), y sus dos hijos, se tomaron el examen al día siguiente, dando negativo en el caso suyo y en el de su esposa, y positivo en el caso de sus dos hijos. En total, los cuatro miembros de la familia se realizaron 10 exámenes en dos semanas, sin poder llegar a saber con certeza hasta el día de hoy si son positivos o no.

La que sigue, es su historia.

Hospital Regional niega haber realizado la atención

El principio de la polémica se remota al Hospital Regional de Concepción, donde se le negó el examen a Catherine, y desde donde emitieron un comunicado el pasado 16 de abril afirmando que «la denunciante no figura en el sistema de registro de atenciones en la Unidad de Emergencia», lo que en la práctica, significa que niegan haber atendido a Catherine ese 23 de marzo. 

Sin embargo, El Desconcierto accedió al certificado de atención de la Urgencia, donde se específica que aquel 23 de marzo Catherine fue atendida a eso de las 13:26 horas, y luego dada de alta a las 15:36, sin que se le haya tomado el examen, pues «no cumple criterios para toma de examen«, según explica el documento.

«El doctor la auscultó por dos o tres segundos y le dijo ‘ah ya, estai bien, todo bien’, ante lo que nosotros quedamos sorprendidos, porque claramente él no quiso realizar el examen», relató Hugo Arriagada, su esposo.

Tras esta negativa, Catherine volvió a su hogar, donde permaneció por una semana. «Se ahogó durante dos noches seguidas, luego perdió el olfato, el gusto, en las tardes ella se retorcía de las cefaleas. Estábamos muy preocupados», relata su esposo sobre esos días.

Por este motivo, la familia, representada por el abogado Oscar Ulloa, presentará una querella contra quienes resulten responsables, ya que «eventualmente podría haber falsificación o destrucción de instrumento público, porque un documento de este tipo da fe de ciertas cosas como los síntomas que tenía la persona o quién la atendió, y ellos derechamente se están desligando del tema«, explicó Ulloa.

Diez exámenes

La travesía de los Arriagada González continuó luego el 27 de marzo en la Clínica Universitaria, donde se le tomó un nuevo examen a Catherine González, que le fue informado primero como negativo, pero que el 6 de abril pasó a ser positivo.

«Ella es positivo desde el día uno porque la clínica cometió un error en digitalizar el examen. Y ese error lo cometió la misma jefa del laboratorio», dice su esposo.

Hugo relata que el día que los llamaron desde la Seremi para decirles que el examen había sido mal informado, «yo les dije que me mandaran la información por correo, porque desconfié de si era real o no. En el intertanto, llamé a la clínica, y allí ellos me informan que habían notado el error, y le entregan mi número a la jefa del laboratorio, y ella me llama y me pide todas las disculpas. Me dice que en 20 años de trabajo esto nunca le había sucedido, y me reconoce que de ella fue el error, de digitalizar mal este tema. La Seremi sabe que ella cometió el error», explicó Arriagada.

Aún así, Arriagada afirma que «nosotros no la culpamos, eso es lo que ellos quieren hacer, acá la responsabilidad la tiene ella, pero también la tiene la institución».

Al día siguiente, el día martes 7 de abril, les realizan cuatro exámenes a los cuatro miembros del grupo familiar, por un equipo médico que acude a su hogar. «Sin guantes, solo mascarilla. Ambos tocando todo. La enfermera empieza a vestirse dentro del departamento con su traje, ¡adentro! Ante esto yo le pregunto, ¿usted sabe a la casa que viene? Y me dice, ‘sí, es que yo he tomado hartos exámenes’. Mi señora le respondió: ‘yo soy positivo’. Ella abrió los ojos y dijo, «ah, pero no hay problema», relata Arriagada.

En estos exámenes «mis dos niños aparecen positivos y yo y mi señora aparecemos negativo. Allí mi hijo se descompensó completamente, en esos días ya estaba con síntomas, como desde el sábado 4, y estuvo llorando, asustado toda la noche», recuerda el padre de la familia.

Ese mismo día, «la seremi me llama y me dice que mi señora y mis hijos son positivo«, porque, -según explica Hugo- desde el hospital no le mandaron el informe sobre el nuevo examen a su esposa, por lo que para la autoridad ella aún era positivo.

«Allí exijo a la seremi hacerme exámenes por el servicio público, porque ya desconfiaba completamente de la clínica», relata Hugo.

El 9 de abril, funcionarios del Hospital Las Higueras toman otros cuatro exámenes al grupo familiar, saliendo que él, su esposa, y su hijo eran negativos, mientras que el resultado de su hija era indeterminado.

Finalmente, el lunes 13 se le toma un nuevo examen a su hija menor (de 1 año y nueve meses). «Con mala disposición, la funcionaria introdujo el hisopado completo de 13 o 14 centímetros en mi niña. En el momento de sacarlo, hasta le costó, imagínate, lo saca en forma de gancho porque salio quebrado, el nivel de brusquedad. Mi hija gritando como condenada, fácilmente 10 minutos llorando», relata Hugo, indignado.

«A los 3 segundos estaban fuera de la casa, cacharon el error que habían cometido y arrancaron», recuerda.

Tras esto, «el miércoles entregan el examen de mi hija negativo. Al final, la seremi decide cuarentena para todos aunque seamos negativos«.

¿Qué ocurrió?

Al respecto, el virólogo de la Universidad de Chile, Jonás Chnaiderman -sin tener un conocimiento acabado de la situación en particular- explicó que existen muchas causas por las que un examen podría salir alterado.

Chnaiderman sostuvo que cualquier examen diagnóstico «tiene un margen de error. Cuando hablamos de error de sensibilidad se refiere a que la cantidad de lo que se requiere reportar está por debajo de lo establecido, y tú lo reportas como negativo, y eso da un falso negativo. Cuando hablamos de especificidad, hablamos de detectar algo que no es como algo que es, y eso termina dando un falso positivo. Ahora, para los exámenes PCR de coronavirus se supone que los márgenes de sensibilidad están entre el 95% y 97%, entonces, es esperable que haya un pequeño número de exámenes que salgan negativos a pesar de ser personas que están infectadas«, agregó el experto.

Aún así, «sería muy raro que 4 diagnósticos equivocados se concentraran en un grupo familiar», lo que «sugiere que podrían haber problemas con el laboratorio«, dice Chnaiderman.

Desde la Clínica Universitaria, en tanto, rehusaron emitir declaraciones al respecto, argumentando que estas podrían «entorpecer el procedimiento investigativo» que están llevando a cabo.

Querella criminal

El caso ha llevado a que la familia anunciara que presentará una querella criminal en contra de los funcionarios de la salud que resulten responsables, tanto en el Hospital Regional, donde se les negó el examen, como en la Clínica Universitaria, donde se les realizaron la mayor parte de los exámenes sin poder llegar a una conclusión.

«Eventualmente podría haber aquí una negligencia médica. Aquí hay una cadena de errores que en definitiva detonan en que tenemos hoy día una familia completa en cuarentena, que no tiene certidumbre respecto de si tiene COVID o no, que es lo peor, sin poder hacer ningún trámite, nada, y con la pesadumbre de no poder saber si sus hijos están contagiados con esta enfermedad», sostiene el abogado Oscar Ulloa.

«Nosotros sabemos que aquí hay responsabilidades, que hay negligencia de uno y de otro lado. Claramente en Chile la educación es para algunos, y se aprovechan. Imagínate le hubiera pasado esto a una persona indigente. Yo voy a tomar acciones legales porque si realmente se cometieron errores, es peligroso», agrega Hugo en la misma línea.

En tanto, al ser consultado por estos hechos por El Desconcierto, el Seremi de Salud de la región, Héctor Muñoz, respondió que «actualmente, y dado los resultados negativos, la Seremi de Salud derivó el caso al Servicio de Salud Talcahuano para seguimiento, quienes indicaron cuarentena por 14 días más durante el periodo del 20 de abril al 3 de mayo, debido a que la familia presenta síntomas respiratorios».

Además, Muñoz destacó que la seremi «coordinó atención pediátrica para la menor de 1 año 9 meses en el Hospital Las Higueras», la cual fue realizada durante este martes.

Precisamente, sobre esa atención médica habló Hugo con este medio, relatando que su hija menor, quien sufre de asma crónico, debió realizarse una serie de exámenes durante este martes, ya que hace varios días ha estado con síntomas de la enfermedad, incluyendo diarrea. «El doctor me dice que la diarrea es producto de virus«, sostiene Arriagada.

Por ahora, y a pesar de que los últimos cuatro exámenes que les fueron realizados salieron negativos, oficialmente tanto su esposa como sus hijos aparecen en el sistema como positivos, mientras que él aparece como «contacto directo».

Por esto, Hugo dirige sus dardos tanto al seremi de Salud, como al ministro de la cartera, Jaime Mañalich. «Sale hablando puras tonteras, que el examen de PCR es el más seguro, pero nunca lo ha sido. Si a nosotros nos han tomado puros PCR y tenemos esta incertidumbre. Esta cuestión viene desde arriba mal«, afirma sobre Mañalich.

Y sobre el seremi de Salud de la región, sostiene que «por televisión lo conozco, él se ha referido a mi caso en la tele, y nunca lo he visto en persona, yo no sé si se creen dioses o qué cosa, pero siempre hay asesores, asesores, asesores, y los sueldos se van en puros asesores».

Finalmente, Hugo enfatiza que «no les estoy echando la culpa a ellos de que mi esposa se contagió, no es ese el tema, aquí lo que nosotros alegamos es que pudimos haber frenado la transmisión hacia nuestros hijos, ese es el tema».

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