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COVID-19, la consecuencia de un desarrollo no sustentable

Por: Camila Musante | Publicado: 29.04.2020
COVID-19, la consecuencia de un desarrollo no sustentable | Covid-19
El 75 % de las enfermedades humanas conocidas hasta la fecha proceden de animales y el 60 % de las enfermedades emergentes han sido transmitidas por animales salvajes; estas enfermedades son conocidas como zoonosis de origen viral, bacteriano, fúngica o animal transmitidas al hombre a través de los alimentos, como las causadas por Salmonella y Campylobacter.

La estrecha relación que existe entre el modelo extractivista, la búsqueda de un desarrollo ilimitado y el deterioro del medio ambiente a nivel global, se viene alertando desde hace décadas. Ya en los años setenta la publicación del MIT, “Los límites del crecimiento” (1972), enfatizaba que la humanidad no podía seguir creciendo en esas proporciones porque de continuar así, en los próximos 100 años tendríamos serios problemas en los ecosistemas y la población en general.

Este modelo nos conduce por un camino de agotamiento de los recursos naturales. Las leyes del mercado impiden que el desarrollo sea sustentable. Pues, para cumplir con ellas, es necesario invadir el medio ambiente y hábitat natural de las otras especies. La creciente población humana, que hoy casi ha alcanzado los 7,7 mil millones, y el rápido crecimiento del consumo per cápita de bienes y servicios, que determinan la huella ecológica de la humanidad, están alterando la cobertura del suelo del planeta, los ríos y los océanos, el sistema climático, los ciclos biogeoquímicos y el funcionamiento de los ecosistemas.

Según algunos científicos, nos enfrentamos a una nueva situación «epidemiológica» en la que la globalización, el aumento de los desplazamientos de personas y mercancías y el impacto ecológico, van acompañados de nuevas enfermedades emergentes y de la aparición de viejas enfermedades que se creían controladas. La consecuencia obvia es que la globalización hace de hecho inmediata a nivel planetario la difusión de un patógeno altamente infeccioso como el coronavirus.

El 75 % de las enfermedades humanas conocidas hasta la fecha proceden de animales y el 60 % de las enfermedades emergentes han sido transmitidas por animales salvajes; estas enfermedades son conocidas como zoonosis de origen viral, bacteriano, fúngica o animal transmitidas al hombre a través de los alimentos, como las causadas por Salmonella y Campylobacter.

Existe una relación causal entre la alteración de los ecosistemas y el nacimiento y propagación de enfermedades infecciosas como las zoonosis. Ejemplo: la deforestación ha aumentado el riesgo de malaria en África y Sudamérica. Esto se debe en gran parte a la alteración de los equilibrios ecológicos que reducen la propagación de los mosquitos. La pérdida de hábitats, la creación de entornos artificiales, la manipulación y el comercio de animales silvestres y, en general, la destrucción de la biodiversidad, pueden tener como consecuencia la gestación de una pandemia.

Nuestra acción destructiva en los complejos equilibrios dinámicos de la biosfera y nuestra intervención sobre los ecosistemas -cuyo funcionamiento conocemos aún muy poco- pueden tener repercusiones directas en nuestro bienestar y, en particular, en nuestra salud. Comprender mejor el funcionamiento de los ecosistemas -y, en particular, su papel en la lucha contra la propagación de enfermedades- es fundamental para comprender la importancia de protegerlos y gestionarlos mejor; evitando tener que posteriormente, reconstruir y restaurar equilibrios y procesos ecológicos cruciales para nuestra salud que hemos destruido.

El mundo natural es un conjunto unido y animado por fuerzas interactivas. Es por ello que los ecosistemas son resilientes en la medida que identifican los cambios a los que se tienen que adaptar rápidamente. La tierra sobrevivirá a las pandemias e incluso a otras problemáticas ambientales como la emergencia climática, pues de una forma u otra, las fuerzas interactivas, reestablecerán el equilibrio ecológico de la biósfera.

Creo que la pregunta que debemos hacernos es, ¿seremos los seres humanos capaces de auto transformarnos? ¿Podremos crear un nuevo sistema de vida en equilibrio con las otras especies, con lo económico, lo social y el medio ambiente? ¿Es el modelo neoliberal la verdadera pandemia?

Camila Musante