El COVID-19 abatió a la redacción del New York Post con la muerte de uno de sus fotógrafos estrella

Hace algunos días, el periódico ‘New York Post’ fue una imagen que en su redacción no habrían elegido jamás. Pero la pandemia del coronavirus dijo otra cosa, más aún considerando la compleja situación que vive Estados Unidos producto de la penetración del COVID-19 entre su población.

“Nuestros ojos, nuestro corazón y la pérdida de nuestra ciudad”, se leía en la sentida presentación de este medio que, a página completa, publicó una foto de Anthony Causi, un muy querido y respetado reportero gráfico especializado en deportes que murió en abril en el Hospital de la Universidad de North Shore, tras contagiarse con el virus.

En el momento de su deceso, Causi tenía 48 años, estaba casado y tenía dos hijos pequeños, de 5 y 2 años. Poco después de volver a Nueva York, tras haber pasado un par de meses en Florida cubriendo una actividad deportiva, fue diagnosticado con coronavirus, un cuadro que lo afectó particularmente considerando que tenía una enfermedad preexistente, diabetes.

“Anthony Causi fue nuestro colega, nuestro amigo y un periodista brillante”, aseguró el editor en jefe del ‘New York Post’, Stephen Lynch, en el obituario del diario.

“Era, simplemente, uno de los mejores fotógrafos deportivos de la ciudad de Nueva York, capturando todos los momentos importantes de los últimos 25 años. De voz suave, divertido, pero, sobre todo, amable: era respetado por quienes fotografiaba y admiraba por aquellos con quienes trabajaba”, agregó Lynch.

«Esta pesadilla es una realidad que nunca podré aceptar (…) mi esposo fue y será siempre mayor que la vida”, posteó  Romina, su cónyuge en Facebook. Adicionalmente, la viuda dijo que se aseguraría de que sus dos hijos pequeños se enteraran del «hombre increíble» que era Anthonhy, quien siempre estuvo disponible para ir en ayuda de su familia y de sus amigos.

Antes de morir, el reportero publicó en su cuenta de Instagram una foto suya hospitalizado con un respirador. “Nunca pensé que pasaría algo como esto. Pensé que era indestructible. Si consigo salir de aquí, te prometo esto: el mundo no va a saber qué lo golpeó”