Organizaciones sociales y ambientales advierten sobre los impactos del proyecto Puerto Exterior de San Antonio

Por: core | Publicado: 06.05.2020
Organizaciones sociales y ambientales advierten sobre los impactos del proyecto Puerto Exterior de San Antonio Imagen referencial / Puerto San Antonio
El ingreso del Estudio de Impacto Ambiental del proyecto generó una serie de observaciones y cuestionamientos debido a la afectación de la actividad socioeconómica de las caletas de pescadores locales, así como por la eliminación de las lagunas de Llolleo y la construcción de un murallón rompeolas en la desembocadura del humedal río Maipo.

El pasado 30 de abril, la Empresa Portuaria San Antonio (EPSA) ingresó al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del “Proyecto Puerto Exterior de San Antonio”.

El proyecto consiste en la construcción y operación dos nuevos terminales portuarios adyacentes a la instalación portuaria actual ubicada el borde costero sur de la comuna de San Antonio. Con una inversión total estimada de 3.500 millones de dólares, el proyecto contempla la construcción y operación de dos nuevos terminales portuarios los que, en su conjunto, llegarían a movilizar un total de carga de contenedores de hasta 6 millones de TEU/año, lo que aumentaría a más del doble la capacidad de transferencia portuaria de la región de Valparaíso y permitiría atender naves portacontenedores de 400 metros de eslora.

Sin embargo, debido a la envergadura del proyecto, la etapa de construcción de este tendría una duración cercana a los 10 años e implicaría la afectación de los ecosistemas asociados a las lagunas de Llolleo y la construcción de un murallón rompeolas en la ribera norte de la desembocadura del humedal río Maipo, así como actividades de dragados y rellenos de explanada en el área portuaria, la ampliación de tramos de la línea férrea existente y la explotación de canteras que permitan adquirir material para la construcción de las explanadas.

Afectación de la actividad socioeconómica de las caletas de pescadores locales

De acuerdo a lo señalado en el EIA del proyecto, se reconocen 13 impactos significativos específicos entre los que se encuentra la afectación a la actividad socioeconómica de la pesca por construcción de las obras portuarias en las caletas Pacheco Altamirano, Puertecito y Boca del Maipo, así como la afectación de sitios de significación cultural de la comunidad en el borde costero de Llolleo.

Al respecto, el asesor técnico y representante de sindicato de pescadores artesanales de la Caleta de Boca del Río Maipo, Milko Caracciolo, señala que para ellos el proyecto no es nuevo, ya que hace más de 12 años que como sindicato de pescadores se vienen oponiendo a la expansión portuaria.

En este sentido, Caracciolo indica que “el proyecto va a destruir la playa de Llolleo, la cual entrega más del 80% de los ingresos de los más de 150 pescadores artesanales de la zona, descendientes de la cultura Bato, la cual es la única caleta del país con autorización para la pesca chinchorro”.

Para Caracciolo, la magnitud de las obras proyectadas por el proyecto implica eliminar la zona más productiva que tiene la Caleta Boca del Maipo, la cual «produce 80.000 kilos de alimentos frescos, sanos y de calidad para consumo interno de la población local».

En este sentido el representante señala que “como sindicato creemos que puede ser compatible un proyecto de expansión portuaria, pero no en el extremo y magnitud de lo que propone el proyecto en su diseño actual. A lo que agrega que «desde un comienzo la empresa estatal EPSA ha sido reacia a conversar con la comunidad local y solamente proponer un desarrollo portuario de gran escala. Van a dejar sin borde costero a San Antonio, sin acceso a la orilla de mar. Si siguen con esa prepotencia la comunidad de San Antonio se va levantar y les va decir que no ¿cuáles son los beneficios reales para San Antonio y la población local?”.

Según Caracciolo, la industria portuaria propone un proyecto altamente tecnificado y robotizado, por lo que durante la operación del proyecto la generación de empleo es reducida, mientras que para la fase de construcción “gran parte de la mano de obra no sería local, las obras de construcción se licitan y cada empresa constructora viene con sus trabajadores, como paso con la construcción del hospital de San Antonio, donde más del 70% de los trabajadores no eran personas de San Antonio”.

Afectación ambiental de humedal del Río Maipo y las lagunas de Llolleo

Otros de los impactos significativos que reconoce el EIA del proyecto corresponden a la pérdida de hábitat, terrestre y acuático, en las Lagunas de Llolleo, la pérdida de suelo marino y la afectación de comunidades bentónicas submareales.

A su vez, el Puerto Exterior de San Antonio contempla el levantamiento de un murallón rompeolas de 1,3 km, el cual se situaría justo en la ribera norte de la desembocadura del humedal río Maipo, lugar declarado como zona protegida por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad en noviembre de 2019 y que constituye el hábitat 180 especies de aves, que representarían alrededor del 34% de la avifauna nacional.

Si bien este hecho es mencionado en el EIA del proyecto, el humedal no fue reconocido ni incorporado como área protegida en el estudio, debido a que aún no se publica el decreto en el Diario Oficial que formaliza la creación del Santuario de la Naturaleza humedal río Maipo.

Para Diego Urrejola, biólogo y Director Ejecutivo de la Fundación Cosmos, institución que desde 2014 trabaja en conjunto con la Municipalidad de Santo Domingo en la gestión y manejo del Parque Humedal Río Maipo, hubiese sido conveniente que el EIA del proyecto incorporara desde un comienzo la existencia del santuario. Agregando que “si bien formalmente todo eso es cierto, ya que efectivamente el decreto que crea el legalmente el santuario aun no aparece, para nosotros como fundación habría sido interesante que el proyecto incorporara el santuario como área protegida, ya que eventualmente el tramite ambiental del proyecto va tener que incorporarlo cuando salga el decreto”.

En este sentido, Urrejola manifiesta que “lo que nosotros estamos haciendo con el expediente es reunir la mayor cantidad de antecedentes para presentarlos en el periodo de observaciones y velar para que el lugar se constituya como un sitio de conservación, por lo que haremos todas las observaciones necesarias para que el proyecto portuario lo incorpore como tal”.

Al ser consultado respecto a la compatibilidad del proyecto de expansión portuaria con la existencia del santuario de la naturaleza, el biólogo señala que “es una respuesta complicada de responder, ya que el Puerto Exterior de San Antonio es un proyecto complejo que requiere de un análisis multidisciplinario exhaustivo que permita analizar si los datos del estudio están bien puestos y compararlo con la información que nosotros tenemos”.

En esta línea Urrejola señala que “desde ya podemos decir que el proyecto si tiene un impacto, declarado por ellos mismos, en términos de la eliminación de las lagunas de Llolleo, por lo que hay que evaluar si las medidas de compensación propuestas sirven o no, y si cumplen el objetivo de compensar”, agregando que en caso de que no lo fuese “tendremos que realizar las acciones necesarias para que eso ocurra”.

Para el director de la Fundación Cosmos, resulta fundamental que el proponente, y titular del proyecto, demuestre con datos si el área de influencia, la magnitud de los efectos y las medidas de compensación propuestas se están ponderando correctamente. De acuerdo a Urrejola, parte del proceso de análisis que hay que hacer es comprobar si efectivamente, como indican los estudios de la empresa, el ecosistema es capaz de adaptarse a los cambios progresivos asociados a los 10 años de construcción que contempla el proyecto, «sobre todo en lado del estuario del río Maipo, río arriba y en la ribera sur de este, para lo cual desde la fundación estamos trabajando con académicos y científicos de distintas disciplinas”.

Descargos de la empresa

Ante los puntos mencionados respecto a los potenciales impactos socio ambientales del proyecto, desde EPSA señalaron que “es muy importante tener claridad respecto a que el ingreso del EIA al sistema de evaluación es recién el comienzo de un completo proceso de análisis social, económico y ambiental encabezado por distintos organismos especializados e independientes”.

En este sentido, ante la consulta respecto a la disposición de la empresa para modificar aspectos puntuales del diseño del proyecto que permitan compatibilizar el desarrollo y subsistencia de la pesca artesanal del sector con la expansión portuaria, desde la empresa aseveraron que “la comunidad también puede participar y desde ya nuestra invitación es a que lo hagan, planteando sus puntos de vista en las instancias formales que habrá para ello”. Agregando que “Puerto San Antonio reitera su disposición a llevar adelante, desde su rol, un proceso abierto y participativo para concretar el mejor proyecto que San Antonio se merece”.

En relación a la no inclusión, desde un comienzo, del humedal del Estuario del Río Maipo como área protegida en el EIA del proyecto, desde EPSA indicaron que “Puerto San Antonio ha desarrollado por aproximadamente 10 años un estudio sistemático de seguimiento de las diversas especies de avifauna presentes en el área y sus hábitats, pues sabemos la importancia natural y social que esta área tiene para los vecinos, autoridades y público en general”. Agregando que “sin perjuicio de lo anterior, es importante precisar que los objetos de protección propuestos por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad para el futuro Santuario de la Naturaleza han sido incluidos y evaluados en el EIA en los respectivos componentes ambientales que define el Reglamento del SEIA en esta materia (fauna, recursos marinos, etc.)”.

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