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Problemas de logística y gestión: Los tropiezos en la entrega de las cajas de alimentos del gobierno

Por: Natalia Figueroa | Publicado: 03.06.2020
Problemas de logística y gestión: Los tropiezos en la entrega de las cajas de alimentos del gobierno | Acopio en San Ramón
Extenuantes jornadas de trabajo, falta de elementos de protección y de información tan básica como un registro de los hogares con o sin Covid. Así salen a repartir los funcionarios municipales las cajas de alimentos comprometidos por el gobierno. Una ruta larga que comienza en el nivel central, pasa por los regimientos del Ejército, luego los lugares de acopio municipal y de ahí recién comienza a distribuirse en los territorios.

El aviso de la jefatura fue que todos los funcionarios que no pertenecieran a la población de riesgo, tendrían que sumarse a la repartición masiva de cajas de alimentos. Así comenzaron hace diez días a entregar las canastas comprometidas por el gobierno casi 300 funcionarios de la municipalidad de San Joaquín. Pía, que pidió reservar su identidad, es una de las trabajadoras que recorrió la Legua el viernes pasado y nuevamente este lunes en otro sector de la población. La funcionaria ve este proceso con incertidumbre y temor.

Aunque tenía motivos para excusarse de salir a las calles porque vive con un adulto mayor, asegura que hay una fuerte vocación pública, tanto de ella como de su equipo en prestar la ayuda. Pero las complejidades que se han suscitado en la logística, gestión y organización de las entregas ponen en tela de juicio esta iniciativa del gobierno que tiene por finalidad beneficiar a 2,5 millones de personas.

Algo que recuerda del inicio de la actividad fue la foto que se sacaron en grupo para informar sobre el inicio de la actividad a la comunidad, manteniendo distancia social sugerida, versus lo que después vio en los furgones donde iban entre cinco o seis de sus compañeros a repartir las cajas.

También llegó un grupo de unos 50 funcionarios del gobierno a repartir, con una pechera roja que los diferenciaba y un mensaje que daban que Pía recuerda muy bien: “Le decían a la gente que esta era una entrega del gobierno por parte del presidente Sebastián Piñera y también estaban pendientes que dijéramos que esta era una ayuda conjunta del municipio y del gobierno”, cuenta sobre ese día, además del gran despliegue de Fuerzas Especiales y militares que acompañó la salida.

Tanto ella como otros funcionarios que han asumido esta tarea evalúan que el envío de las cajas desde el gobierno ha sido lento y que no les deja suficiente margen a los municipios para planificar con exactitud el territorio que abarcarán los siguientes días y la proporción de beneficiarios. Aunque desde ya, indica que si se mantiene la dinámica de recibir cerca de 1.000 cajas diarias, posiblemente finalicen cerca del 21 de junio, sin considerar imprevistos de por medio, como lluvias o días de descanso por el desgaste que ha implicado para los equipos. Muchos han asumido esta labor, asegura, sin dejar el trabajo propio de sus cargos en los municipios.

Falta de información y de protección

Lo más preocupante es que los funcionarios están sumamente expuestos a contraer el virus por la cantidad de casas por las que pasan diariamente, en algunos casos sobre 100 domicilios. En San Joaquín durante la salida piloto, los funcionarios fueron con mascarillas y pecheras, pero sin overoles. Con los días les llegaron los Elementos de Protección Personal (EPP) para las siguientes entregas.

Una funcionaria de la municipalidad de Cerro Navia explica a El Desconcierto que comenzaron a repartir el lunes 25 y el viernes de esa semana recién recibieron refuerzos de EPP. Muchos el primer día salieron solo con mascarillas y sin ningún tipo de protección adicional exponiéndose a ellos mismos y a los vecinos. A esto se suma que no todos limpian las cajas cuando las reciben.

Y no solo han enfrentado este problema. Día a día salen sin un registro que detalle los domicilios que tienen integrantes con o sin Covid. Se han enterado en el mismo momento sobre el estado de salud de los beneficiarios. En una de esas salidas, donde debían entregar 20 cajas, la trabajadora recuerda:

“Sale la vecina y nos dice yo no vivo acá, vive enfrente, pero estoy cuidando a dos vecinos que son positivos. Salió con una mascarilla no quirúrgica y sin guantes. Le dijimos que el protocolo que tenemos es que si es Covid positivo no toca ni el lápiz ni firma el papel, y se anota en el registro que nos manda el gobierno que justifica que no firme”, explica, aclarando que entregan las cajas dependiendo de la capacidad de los camiones dispuestos por el municipio, a cargo de la distribución del proceso.

También visualizan que ellos mismos podrían ser vectores de contagio. Si bien les han facilitado paquetes de alcohol pad (toallas húmedas) para limpiar los lápices, ese día que salieron a terreno no quedaban, según recuerda la trabajadora.

“Si ella no nos informa que la familia estaba contagiada le hubiésemos pasado el lápiz, normalmente. y luego a la casa siguiente, y así sucesivamente. Menos mal que esa vez la vecina nos avisó, pero podríamos haber pasado antes por una casa Covid positivo sin saberlo o, más aún, haber pasado por una casa donde alguien no sabe todavía que lo es porque no se ha hecho el PCR”, advierte.

Esa falta de preparación también se ha observado en Lo Prado y San Ramón. Un funcionario de la Secretaría Comunal de Planificación (Secpla) de la primera comuna reconoce que los elementos de protección personal debieron ser incluidos en el programa del gobierno y no a costo de los municipios que ya han debido extremar los recursos para distribuir las cajas.  También confirma que el Ministerio de Desarrollo Social (Mideso)no ha puesto a disposición de esta “primera línea” de funcionarios municipales los datos sobre familias con Covid. En su caso, se han valido de datos de salud proporcionados por los Cesfam que lleva un registro de los domicilios de los vecinos que se han tomado el test PCR.

Por otro lado, en San Ramón, uno de los coordinadores que ha estado en el centro de acopio, el colegio Carelmapu, explica que los datos del registro social de Hogares entregado por el Mideso están desactualizados y han llegado a casas donde los beneficiarios de las cajas han fallecido.

“Llegamos a una casa, en un barrio que se llama villa La Cultura, donde una de las personas había fallecido, por lo menos, hace dos años y, la otra, hace un año, según lo que nos dijeron. Esa persona aceptó la caja que le tocaba a ella, pero no las otras dos como indicaba el registro”, cuenta sobre una situación que se ha repetido con frecuencia.

Los funcionarios municipales se han llevado la carga de esta repartición considerando que también se ha difundido entre las reparticiones del gobierno central la solicitud para reclutar voluntarios, pero en las calles, según cuentan las fuentes consultadas por este medio, la proporción mayoritaria pertenece a la administración local.

Recursos escasos, desesperación al límite

Desde el gobierno central, la Secretaría General de la Presidencia se ha encargado de la logística y coordinación de las cajas de alimentos, a través del subsecretario Emardo Hantelmann, así también con los datos proporcionados por el Ministerio de Desarrollo Social y la Intendencia Metropolitana que ha coordinado con los municipios. Desde ahí se ha enviado la mercadería a recintos de las Fuerzas Armadas, donde todos los días los municipios acuden a retirar las cajas, llevándolas luego a los lugares de acopio, para que los funcionarios las distribuyan en las comunas.

Estas jornadas han sido extenuantes para ellos. A primera hora del día comienzan las coordinaciones, revisar la planificación, las rutas, los camiones disponibles y las salidas a terreno. A veces terminan sus jornadas pasado las 22:00 horas.

La falta de stock de las cajas ha retrasado el proceso y, según las proyecciones de los coordinadores, posiblemente recién a fines de junio podrán abarcar el total del territorio previsto. Eso, mientras las necesidades de las familias son urgentes y la desesperación aumenta por la falta de empleo. “Los vecinos preguntan ¿cuándo nos toca a nosotros? Pero yo no tengo claro cuál va a ser el flujo”, dice el encargado de Lo Prado.

Ilustración Michel Contreras

Tal como se observó hace algunas semanas en El Bosque con el ‘estallido del hambre’, durante la semana pasada vecinos y vecinas de San Ramón hicieron una protesta por la demora de la entrega de las cajas. “En la calle Ismael Tocornal, que es una calle grande de la comuna, hicieron protestas con barricadas por la demora. El municipio tuvo que implementar un plan de emergencia y llevar cajas para allá, dejando de lado lo que tenía planeado hacer”, cuenta un funcionario del municipio.

También este lunes se observó la aglomeración de personas afuera del centro de acopio solicitando el retiro de las cajas. «Dejamos pasar a las personas al colegio de forma ordenada y se les entregó con registro», explica el mismo trabajador.

Colegio Carelmapu, San Ramón

En la comuna de Pudahuel, en tanto, el jefe de gabinete del municipio y encargado del operativo de la entrega, Cristian Barrera, asegura que el proceso ha sido lento y que hasta ahora se han entregado 4 mil cajas. A este ritmo, dice, finalizarían a fines de junio. Desde la comuna van a retirar la mercadería en el sector de aviación N°10 de la FACH, cerca del Aeropuerto Arturo Merino Benítez.

«Está el compromiso de sacar adelante la tarea más allá de que creamos que no es la mejor manera. Podría haber sido un boucher para que comprara en almacenes, mucho más rápido y además un aporte a la economía local», opina.  Aparte de las cajas del gobierno central, el municipio está repartiendo cerca de 500 cajas propias, sumadas a las donaciones de particulares y de la Conadi para pueblos originarios. «El municipio está desplegado, pero cuesta mucho porque la planta es muy antigua y que no puede hacer muchas tareas que realizan los que ahora están en las calles», explica.

A Barrera le preocupa lo que pase en algunas semanas más, sobre todo con la alta posibilidad de contagio de los funcionarios que están hoy operativos. «Necesitamos más certezas para hacer la pega. El gobierno llega a pedir y exigir plazos, pero eso es difícil seguir porque no todos los municipios tienen las mismas condiciones». Sobre esto último destaca que en su caso han usado camiones de emergencia para el traslado de las cajas porque también deben estar disponibles los camiones para reparto de agua e incendios.

Lo mismo se ha visto en la comuna de Independencia, como lo confirma uno de los funcionarios. «Inicialmente teníamos una proyección menor debido a que estaba restringido territorialmente la entrega de alimentos. Se están entregando mil cajas cada dos o tres días al municipio. En cuanto a las cajas de gobierno quizás las proyectamos dependiendo de la capacidad logística del nivel central por lo menos 20 días más, que sería de acuerdo a las unidades vecinales», explica.

Reacciones de alcaldes

Tras conocer el anuncio del gobierno sobre la entrega de cajas, varios alcaldes criticaron la iniciativa por su falta de eficiencia y por no priorizar la economía local. Algo que mantienen a poco de iniciado el proceso.

Germán Codina, alcalde de Puente Alto, cuenta que si bien la gente valora la entrega de cajas de alimentos, no sería la solución a todos los problemas. Ante los complejos dilemas logísticos que han tenido en su entrega, Codina ha optado por un plan para fomentar la economía circular en los barrios. «Hemos generado una alternativa como plan piloto en la Villa Luis Matte Larraín de Puente Alto, asociado a la municipalidad de Las Condes, que se llama billetera de barrio y que busca activar la economía circular, generar oxígeno para los pequeños y micro comerciantes de cada barrio, almaceneros, feriantes, para que la gente pueda elegir, con libertad, los productos que desea consumir». La idea, asegura el edil, es que tras la entrega de las cajas pueda implementarse este proyecto a través de transferencia de dinero que le brinde a la gente libertad de elección y, a la vez, pueda fortalecer a los pequeños comercios de barrio.

El alcalde de Independencia, Gonzalo Durán, sostiene que hay un desgaste evidente en los equipos municipales que han asumido la coordinación, logística y distribución de las cajas. Reconoce que es un gasto invisibilizado en el costo de estas cajas: “Nosotros disponemos de 80 funcionarios municipales por día para garantizar el proceso que cumplen múltiples funciones. También tenemos que disponer de camionetas”, dice. Si bien valora la iniciativa por el apoyo a la gente más vulnerable, en el análisis global asegura que es necesario repensar la primera etapa, con un mecanismo de asignación directa a las familias.

Desde la municipalidad de La Pintana indicaron que la entrega se ha ido definiendo de acuerdo a la entrega del nivel central desde el domingo 24, hasta ahora han repartido un total de 11 mil cajas, equivalentes a menos del 25% del total de mercadería que deberían entregar. El municipio también ha arrendado camionetas extras, a partir de este miércoles sumarán 23. “Hemos estado todos los días funcionando con 120, 130 hasta 200 funcionarios municipales. Desde Senda han venido regularmente entre 15 a 30 personas y también participación de la comunidad”, detallan.

La semana pasada también el alcalde de El Bosque, Sadi Melo, advirtió sobre la rebaja de cajas comprometidas por el Ejecutivo, de 45 mil a 40 mil. Ante el inesperado cambio, el jefe comunal denunció la situación por Twitter asegurando que se trataba de una merma significativa para las familias de la comuna y que “con el hambre no se juega”.

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