| Fotografía de Agencia Uno
“Preocupa que en Chile la tan anunciada reforma policial siga sin incluir a la sociedad civil y encerrada entre cuatro paredes en un subterráneo de La Moneda», declaró el ex jefe de la división de seguridad del Ministerio del Interior, Eduardo Vergara, quien calificó de proactiva la decisión de las y los concejales de Minneapolis de reformular el Departamento de Policía de la ciudad, luego de que uno de sus oficiales asesinara al ciudadano afroamericano George Floyd.
Como una señal proactiva calificó el Director Ejecutivo de la Fundación Chile 21, Eduardo Vergara, la decisión de Mineapolis de desmantelar y reconstruir su policía tras la muerte de George Floyd.
A juicio de Vergara, de esta forma la autoridad norteamericana se hace cargo de la necesidad de refundar el sistema de seguridad pública desde su base.
En ese sentido, el ex jefe de la división de seguridad del ministerio del Interior hizo ver que, “preocupa que en Chile la tan anunciada reforma policial siga sin incluir a la sociedad civil y encerrada entre cuatro paredes en un subterráneo de La Moneda».
Así también, el ejecutivo de la fundación agregó que “en nuestro país llevamos años barriendo el problema bajo la alfombra, forzando a que las policías sean fronteras de control social y que lentamente se vayan desgastando”.
Vergara también advirtió que “si el Gobierno no inicia el proceso de reforma de forma incluyente ahora y logra implementar además cambios en el corto plazo, en cosa de meses nos encontraremos con una institución como Carabineros que no ha cambiado en nada”.
“Carabineros volverá a actuar con brutalidad. Si nada cambia este escenario es inevitable y volveremos a ver enfrentamientos, brutalidad y por sobre todo escalada de violencia”, señaló.
“El fracaso de la denominada batalla de santiago radica en un problema de legitimidad y es herencia del miedo que las autoridades han tenido de reformar las policías. El discurso bélico para enfrentar un problema social armado de policías y militares con baja credibilidad se sigue sustentando en un círculo vicioso como estrategia de control y seguridad para enfrentar un problema sanitario y social”, sentenció el representante de Chile 21.
