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Opinión

Acto fallido

Por: Carlos Tromben | Publicado: 03.07.2020
Acto fallido Andrés Allamand | FOTO: LEONARDO RUBILAR/AGENCIAUNO
Allamand trató de huevón a un colega y equiparó el retiro de los ahorros previsionales a un regalo de parte de un vago y siniestro “nosotros”. ¿Quiénes son ellos? La gente como uno, pues gallo.

Estaba al aire, en vivo, con su mascarilla bien puesta. Es senador por una de las comunas más populosas del país y viene de vuelta de todo: de derrotas humillantes y candidaturas fallidas.

A propósito del retiro parcial de los fondos previsionales, Andrés Allamand usó una extraña figura retórica: “Le vamos a estar regalando plata a los que no lo necesitan”. En plural. Nosotros los que decidimos y ellos que no lo necesitan.

A propósito del Postnatal de Emergencia que defendía un diputado de su propio partido, Allamand ordenó por celular y con micrófono al aire que lo callaran, ya que estaba hablando “puras huevadas”.

En el sicoanálisis se les llama actos fallidos, síntomas de la sicopatología de la vida cotidiana. Freud los denominó Fehlleistung, literalmente traducible como “rendimiento fallido”. Nuestro Atlas de la Institucionalidad Pinochetista tuvo dos en menos de 24 horas. Debe estar cansado, agotado de tapar una gotera en el baño, otra en la cocina, una tercera en el dormitorio. Ahora las cabras se le escapan para el monte en su propio partido: hablan puras huevadas.

El fallo en la eficacia del senador no es otra cosa que el retorno de lo reprimido, el deseo inconsciente de que los fondos previsionales sean declarados definitivamente “nuestros”, es decir “de ellos”, la tribu de la cual se cree lonko el senador. Piensa que es plata de Sanhattan, de las empresas del IPSA, es de Quiñenco, de AntarChile, pero no de los afiliados, de los patanes “que no lo necesitan”.

Otra que anda a patadas con el rendimiento es la ministra del Trabajo, María José Zaldívar, que más parece ministra del capital: “Sería una pena que las empresas quebraran por no acceder a financiamiento”, dijo. Qué mezquindad la de los cotizantes, dejar a esta pobre gente que da empleo sin financiamiento en plena pandemia…

Se acercan momentos definitorios, el Imacec de mayo anotó una caída del 15% y el de junio no será mejor. Todo está cayendo: la facturación de las empresas, los ingresos de las familias (salvo unas pocas) y la recaudación del Fisco. Ignacio Briones, el ministro de Hacienda, lo sabe porque ve semana a semana cómo cuánto IVA y PPM entran en la Tesorería General de la República. Pero mejor no hablar de ciertas cosas: dediquémonos mejor a salvar empresas grandes que dan empleo y que más encima son de los amigos.

Briones recién está aprendiendo el arte, igual que Zaldívar. Saben perfectamente que una empresa grande que quiebre hoy se mantendrá operativa en el marco de la ley, con administraciones nombradas por juntas de acreedores. Lo saben y lo ocultan. Así fue en la crisis de los años 80 con Copec, CCU, Provida y decenas de empresas. Su patrón de hoy, el entonces joven Piñera, se dedicaba a eso: reestructurar para los síndicos de quiebra la deuda de empresas fallidas. Así ganó plata e información privilegiada para sus propios negocios. Aprendan del boss: hagan sus negocios, apuesten por Chile, es decir, por el Banco de Chile, porque la Teletón es tarea de todos, ¿sí o no?

Allamand ya no da más. Lleva demasiados años con la máscara puesta, sonriéndole a los niños y mostrándole los dientes a sus adversarios dentro y fuera del partido. “Mira CTM”, le faltó decirle a su correligionario que osó revivir el tema del postnatal.

En su acto fallido sólo estaba mostrando el deseo inconsciente reprimido de privatizar in extremis el Fondo de Pensiones. Hacerlo definitivamente “nuestro”, o sea, de ellos. Un acto de sicopatología cotidiana para nada grave en los tiempos que corren. Un acto sincero, incluso. Que pase el siguiente.

Carlos Tromben