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Fruna confeccionó mascarillas con pañales: Las huellas de la desprotección laboral que terminó con trabajadores muertos y cientos de contagiados 

Publicado: 06.07.2020

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Desde que se destapó el funcionamiento irregular de la sala cuna clandestina en Maipú por un permiso dado por la empresa Alimentos Fruna, ubicada en camino a Melipilla, se han ido sumando denuncias de los trabajadores y trabajadores por las malas prácticas durante estos meses de pandemia.

El virus ha impactado la fuerza laboral de esta fábrica de confites que se ha rehusado a suspender sus funciones durante la pandemia. Más de mil trabajadores han solicitado licencias médicas en estos meses, ya sea por contagio o por cuarentenas preventivas, de acuerdo a un documento que el sindicato n°3 expuso a El Desconcierto. Así, la falta de insumos para protección personal ha sido uno de los principales motivos por los cuales el sindicato está interpelando a la empresa para que tome medidas urgentes.

Los testimonios dieron cuenta de prácticas que han sido reiterativas por parte de los empleadores, que han incumplido los protocolos de seguridad y protección, como lo establece el Código del Trabajo. De hecho, de acuerdo a información solicitada a la Dirección del Trabajo (DT) -para revisar el historial de esta empresa-, informaron que en los últimos tres años han recibido un total de 51 denuncias. A la vez, durante ese mismo periodo, la DT realizó 59 fiscalizaciones en esa empresa, de ellas, 17 terminaron con la aplicación de multas por 1.232 UTM (a la cifra de hoy sumarían sobre $60 millones) y un ingreso mínimo mensual para fines no remuneracionales.

En el detalle, indicaron que las multas que se cursaron contienen un total de 30 sanciones que han sido aplicadas: el 40% de ellas, es decir, 12, corresponden a infracciones en materias de higiene y seguridad. Esta, indicaron, es el motivo por el que ha sido más sancionada la empresa. Sin embargo, no entregaron detalles de la fiscalización que realizaron el viernes 26 de junio porque por ahora la Dirección Regional del Trabajo RM Poniente está elaborando el informe que contendrá las irregularidades que fueron detectadas ese día.

La seremi de Salud, en tanto, le ha cursado 26 sumarios sanitarios desde 2016 hasta la fecha; de ellos, 18 terminaron en sentencias y, en 9, se aplicaron multas sobre las 100 UTM ($5 millones). También, se registra un sumario Covid en la distribuidora con dirección de Puente Alto que se desarrolló durante estos meses, aunque no precisaron la fecha ni el motivo exacto solo que era un asunto epidemiológico.

Lo que se conoció esa mañana de fines de junio, con un grupo de periodistas a la salida de la sala cuna, las autoridades sanitarias y Carabineros que detuvo a los encargados del jardín, sería un primer acercamiento a las condiciones al interior de esa fábrica, que por momentos se hacen insostenibles según relatan las y los trabajadores. Esa mañana también se reveló una situación más crítica: se habló de los fallecidos en la empresa a causa del virus.

Trabajadores fallecidos

Luego de contactar a diversas fuentes de la compañía, tanto en Recursos Humanos como de la planta de trabajadores, fue posible corroborar dos casos de trabajadores fallecidos por estos motivos. Esto, pese a que los propios trabajadores advierten que el número sería mayor.

Uno de ellos es el caso de Pedro Antonio Cornejo Gutiérrez, de 59 años, fallecido el 27 de mayo a las 14:15 en el Hospital Félix Bulnes. Su certificado de defunción señala que fue neumonía multifocal grave con Covid 19. [Ver aquí] Los familiares días antes dieron a conocer su estado de salud a través de redes sociales, acusando trabas para acceder a información desde el recinto hospitalario sobre la evolución del paciente. El sindicato tuvo conocimiento de este caso e indicó que prestaba funciones en el área de elaboración de masas para las galletas.

De acuerdo, a lo expuesto por sus familiares, Cornejo llevaba días esperando el traslado a una cama UCI por falta de disponibilidad en ese hospital. El trabajador se tomó el test el 22 de mayo en el Hospital San Juan de Dios.

El segundo se trata de Guillermo González Ibacache, de 67 años, falleció durante los últimos días de junio. Era muy conocido entre los trabajadores por sus años de trayectoria como jefe del galpón de la empresa donde hacía los pedidos para los camiones.

Fue despedido por sus compañeros en la misma empresa. Entre aplausos y bocinas, el cortejo fúnebre recorrió uno de los patios del lugar, hasta llegar a un espacio donde le rindieron homenaje. “Adiós compañero”, se leía en la corona de flores con fotos suyas a los costados. “Triste noticia saber que partiste sin poder despedirnos de ti amigo y compañero”. “Hasta siempre jefe Guille, colocolino de corazón, el mejor jefe del galpón”, expresaban también por redes sociales.

Ante la advertencia del sindicato del gran número de contagios y algunos fallecimientos por estas causas, se consultó a la encargada de Recursos Humanos, Claudia Garrido, insistentemente a través de llamados y por correo electrónico, sobre el número total de contagiados y fallecidos por estos motivos. Sin embargo, no respondió.

Las denuncias

Hace dos meses, el 4 de mayo, el sindicato envió una carta a la gerencia, con copia a la seremi de Salud, Paula Labra, pidiendo que se tomaran las medidas necesarias para frenar los contagios. Esto no ha dejado de ser una preocupación para los trabajadores. De hecho, la semana pasada solicitaron que se realizara un operativo de testeo masivo para evitar que empleados asintomáticos sigan asistieron normalmente como lo han hecho hasta ahora. Esto lo pidieron tomando como referencia otras empresas de alimentos, como Nestlé, que según indicaron ya lo adoptó como medida. “Hasta que no se contagie la dueña no van a saber lo que es esto. Adentro, no se sabe quiénes son asintomáticos. La gente ha ido a trabajar igual”, expresa una trabajadora que prefirió no revelar su identidad por temor a represalias.

Sin embargo, la posición de la compañía respecto a esta situación quedó en evidencia tras la respuesta que les dieron hace casi un mes, y sin cambiar de parecer. “Debo afirmar que no es rol de la empresa detectar a los portadores de virus Covid-19 (+), les reprocho el rol que se le quiere atribuir a Alimentos Fruna, como si fuera labor de la empresa indagar e investigar a los trabajadores para detectar si son portadores asintomáticos o enfermos de virus Covid”, sentenció Garrido.

Sin embargo, la fiscalización de la seremi de Salud al lugar tampoco consideró este testeo masivo. Más aún, la institución asegura que no era competencia de ellos realizar esta acción -sino del servicio de atención primaria- y que solo desde la semana pasada comenzaron las pesquisas con PCR, pero que el destino original eran los mercados mayoristas, donde hay gran afluencia de gente. Esta empresa tiene un total aproximado de 3.000 trabajadores.

En esa misma carta, el empleador indicó que se pusieron a disposición elementos de protección personal suficientes para evitar brotes en la empresa. Para eso, encargaron a un grupo de trabajadores, no más de cuatro cuentan los empleados, fabricar mascarillas en un sector de la misma fábrica. Estas si bien las han puesto a la entrada, en general, no están siendo utilizadas por los trabajadores porque el material no es de buena calidad. “Todos los días toman la temperatura a la entrada. Pero todos llevan sus mascarillas. Yo ando con las mascarillas que ellos hicieron en mi bolso. Tuvieron a unas cuantas personas en un lugar donde hay mercadería con una tela de pañal, porque tienen una empresa de pañales, haciendo mascarillas con un elástico. Querían que las usáramos porque si alguien va a fiscalizar, ahí están las mascarillas”, explica la presidenta del gremio, Beatriz Maldonado.

Pese al temor por las desvinculaciones, las denuncias por transgresión de derechos han salido a la luz, de manera anónima, como lo hizo la semana pasada un grupo de trabajadoras con hijos y hijas que debido seguir trabajando en estas complejas condiciones sanitarias.

El jueves de la semana pasada el sindicato presentó una denuncia ante la DT solicitando que nuevamente se fiscalizara a la empresa [Ver denuncia] porque muchas trabajadoras, estiman que entre 40 y 50, se estarían viendo afectadas por no tener posibilidad de suspender sus actividades durante la emergencia. “Muchas de ellas tuvieron que dejar a sus hijos encargados con gente que ni siquiera conocen”, plantea Maldonado, quien afirma que, si la empresa no asegura las condiciones mínimas, como el cuidado para los hijos e hijas porque no están autorizadas las salas cunas, entonces, no puede obligar a seguir en la pandemia.

Este lunes después de una reunión con la gerencia e intensas presiones del sindicato, además de haber sido un caso bastante viralizado durante estas semanas, les informaron que se aplicará una medida excepcional a través de un “Pacto de suspensión del contrato”, donde se suscribe que el trabajador suspende temporalmente la prestación de sus servicios y, a su vez, el empleador el pago de remuneraciones. Esto también integra un pago de bonos compensatorio para aquellas que utilizaban la sala cuna, uno complementario y uno transitorio que en total suman cerca de $300 mil para estos meses en que se mantenga la pandemia.

La situación de las y los trabajadores también se ha visto afectado por las desvinculaciones en este tiempo. Entre marzo y mayo, explican que desvincularon a cerca de 200 empleados, algo que se volvió a repetir este lunes con un número, de todos modos, mucho mas reducido. «Los despidieron por necesidades de la empresa, una era del ‘Chocolate’, otro de la ‘Oblea’ y otros no nos eran caras conocidos», cierra la presidenta del sindicato.

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