| Fotografía de Agencia Uno
Si bien Falabella Retail decidió no adherir a la Ley de Protección al Empleo, abogando por no suspender sus vínculos laborales, las trabajadoras y trabajadores de la compañía también – como en los casos de firmas que sí se acogieron – han sido forzados a pactar anexos contractuales que reducen sus remuneraciones, y que tendrían disposiciones contrarias al Código del Trabajo, según denuncian desde la Federación de sindicatos de la empresa. Además, y aunque los trabajadores esperaban que con esto podrían, por lo menos, resguardar sus empleos, la realidad no es tal, ya que durante los últimos días se han suscitado varios despidos en diferentes tiendas, similar a lo que ocurrió tras el estallido social de octubre pasado.
El jueves 14 de mayo, el Diario Financiero informó que Falabella y Cencosud planeaban una reducción masiva de puestos de trabajo en las tiendas físicas, como una forma de enfrentar la caída de las ventas, y también justificado bajo la supuesta automatización de los procesos, la cual reemplazaría al trabajo físico.
Esto, “ha llevado y llevará a una serie de despidos, cambiando incluso el modelo de atención (…) dirigido a la autoatención de clientes, lo que implica y está implicando la extinción de varios puestos de trabajo dentro de las tiendas, tales como el de vendedor y cajero”, declaró en aquel artículo el abogado Guillermo Hartmann González, de Falabella Retail.
Sin embargo, y de acuerdo a testimonios de trabajadores de la compañía, esta política de despidos, que comenzó a tener sus primeras consecuencias durante las últimas semanas, vendría desde mucho antes, y habría empezado tras el estallido social de octubre de 2019.
Cabe mencionar que, a diferencia de Cencosud – antes que diera pie atrás – y muchos otros conglomerados que se acogieron a la Ley de Protección al Empleo, Falabella decidió no suspender los vínculos laborales con su personal durante la pandemia, sino hacer modificaciones horarias y reducir remuneraciones, a través de los famosos anexos de contrato.
«Al principio, estuvimos de acuerdo, dadas las circunstancias. Para mayo, por ejemplo, creíamos que no era tan tremenda la rebaja de remuneraciones, porque además estaban acompañadas de rebaja de jornadas. Nos parecieron aceptables los términos de la empresa», señala a El Desconcierto Patricio Bustos, director de la Federación de Trabajadores del holding Falabella.
Sin embargo, si existían muchos reparos respecto a las faltas a las regulaciones del trabajo que contenían estos documentos de modificación contractual. «Dentro de estos anexos que se le hizo firmar a los trabajadores de manera forzada, porque no es voluntaria, sino que unilateral, hay normas del Código del Trabajo que se vulneran, que nosotros quisimos arreglar con la empresa, pero ellos no accedieron», explica el dirigente.
Desde la Federación también facilitaron el anexo de mayo con las indicaciones a las irregularidades observadas, documento que se envió a las personas afiliadas para que pudieran conocer estas faltas:
Luego, vinieron los meses de junio y julio donde, además de no resolverse las irregularidades legales, las remuneraciones de los trabajadores y trabajadoras continuaron recortándose, alcanzando hasta un 66% del sueldo base – en caso de reducción de jornada – y un 40% del ingreso variable, para funcionarios como cajeros, asesores y otros.
«Todos estos anexos se hicieron firmar a muchos trabajadores con amenazas, hay algunos sindicatos que están demandando esto. Nosotros solicitamos a la Dirección del Trabajo una fiscalización a nivel nacional por lo mismo, porque el trabajador no puede ejercer su derecho legítimo a no estar de acuerdo. El tema es que acá si los trabajadores no aceptaban las condiciones de la empresa, esta derechamente les dijo que no iba a pagar el sueldo o que iba a pagar el mínimo, que se paga a quienes no están trabajando, que es de un 33%», explica Bustos al respecto.
«Hoy la gente está con mucho miedo a perder el trabajo, a quedarse sin nada durante la pandemia. Hay trabajadores en grupos de riesgo que han sido desvinculados», acusa también el representante, quien señala que la compañía comenzó durante las últimas semanas a despedir a varios funcionarios de sus tiendas de retail, situación similar a lo que ocurrió entre diciembre y febrero tras el estallido social de octubre de 2019.
«Nosotros apoyamos el conflicto social, pero cuando la empresa nos llamó a trabajar fuimos», dice el dirigente, asegurando que la compañía no tuvo este gesto en consideración durante los meses siguientes, cuando desvincularon a gran parte del personal.
El Desconcierto tuvo acceso a una planilla de datos enviada por el Departamento de Relaciones Laborales a la Federación de Trabajadores a fines de febrero de 2020, donde se especifican la cantidad de desvinculaciones en solo 16 de las 48 tiendas que tiene la marca a lo largo de todo Chile – donde están los sindicatos pertenecientes a la Federación -, durante el período de agosto de 2019 a enero de 2020.
En este documento, se establece que, para esta cantidad de tiendas que son un tercio de las totales, 626 funcionarios de Falabella Retail fueron desvinculados en dicho lapso de tiempo, de los cuales 475 fueron despedidos o no renovados al término de su contrato. Además, se puede observar una clara tendencia al alza, con 171 desvinculaciones en diciembre y 221 en enero.
Según las fuentes consultadas, esta tendencia se habría mantenido en febrero y también parte de marzo. Mientras, desde Falabella no quisieron compartir datos alusivos a las desvinculaciones de estos y otros meses, a pesar de haber sido solicitados para este reportaje.
En opinión de Bustos, muchos de los despidos y desvinculaciones «corresponden a un acto oportunista», primero justificándose con el estallido social y ahora con la pandemia.
Sin embargo, asegura que aún no puede dar una cifra exacta de despidos durante el Estado de Excepción, porque esta es una situación que estaría en pleno desarrollo. «Tenemos promedios de 20, 30 trabajadores en algunas tiendas. Ponte tú, en la de Costanera despidieron 36, en Rancagua despidieron 26, y ojo, están despidiendo trabajadores también de tiendas que están cerradas por cuarentena, donde se les notifica por correo», acusa el director federativo.
Consultada al respecto por este medio, desde Falabella señalan que «a partir de actual escenario de pandemia, hemos debido hacer ajustes acotados en nuestra dotación de tiendas. Esto debido a las consecuencias que ha generado la baja actividad registrada en nuestro sector (…) En Falabella Retail decidimos no acogernos a la Ley de Protección al Empleo y hacer todos los esfuerzos para minimizar el impacto sobre nuestros trabajadores, considerando que gran parte de nuestras tiendas están cerradas».
Con respecto a los anexos de contrato que los trabajadores acusan fueron impuestos, desde la firma expresan que estos documentos «se firman de manera voluntaria y en común acuerdo», y que «responden a los cambios registrados en la jornada laboral, por reducciones de turnos debido a los protocolos sanitarios. Incluso, nos hemos preocupado de asegurar parte del sueldo variable de nuestros colaboradores que no están trabajando por el cierre de tiendas en zonas de cuarentena».
«Por otra parte, Falabella Retail no realizó ningún despido vinculado a la contingencia social de octubre. Durante el verano se registraron movimientos vinculados a la rotación habitual y natural que se genera en la industria», concluyen desde la empresa.
