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Opinión

¿Quién quemó el Centro Arte Alameda?

Por: Ricardo Riquelme | Publicado: 18.07.2020
¿Quién quemó el Centro Arte Alameda? Incendio del Centro Arte Alameda | Fotografía de Agencia Uno
Aunque el peritaje de Bomberos de Santiago «no descarta» que una bomba lacrimógena fuera el objeto que provocó el incendio del Centro Arte Alameda, es posible constatar que existen otras evidencias que apuntan a confirmar que sí lo es.

Tres meses después del incendio que el viernes 27 de diciembre de 2019, en medio de las movilizaciones sociales, destruyó casi la totalidad del Centro Arte Alameda, se filtró el informe de un peritaje realizado por el Cuerpo de Bomberos de Santiago. La investigación considera el estudio del sitio del suceso luego del siniestro y, en un texto de 25 páginas, no se analiza otro medio de prueba diferente a lo constatado directamente “in situ”.

En lo medular, el informe señala que “no fue posible encontrar pruebas en terreno que permitan asegurar que el causante del incendio que afectó al inmueble sea una bomba lacrimógena”.

La investigación deja en claro que el siniestro no se origina al interior del edificio y se indica que no hay “daños que den señales de recalentamiento interno producto de alguna falla en el sistema eléctrico. Tampoco se encuentra la presencia de algún objeto, ya sea propio o ajeno al lugar, que permita determinar la fuente calórica que inicia el incendio”. Más adelante se aclara que “no fue posible encontrar pruebas en terreno que permitan asegurar que el causante del incendio que afecta al inmueble sea una bomba lacrimógena. De lo anterior, se concluye que el causante del incendio correspondería a un objeto no identificado, caído o arrojado en el lugar, el cual posee una temperatura suficiente como para realizar la ignición de los materiales acumulados en la techumbre”.

Es significativo que se descarte la causa del incendio desde el interior del edificio, considerando que los desperfectos del sistema eléctrico son una de las principales causas de incendio en edificios. En buenas cuentas, concluyen que el incendio se origina debido a un “objeto no identificado” que cayó sobre la techumbre del edificio, el que reúne las propiedades que se requieren para iniciar un fuego sobre restos de material depositado en la cubierta.

Cabe señalar que en el peritaje se encontraron tres cartuchos de lacrimógenas sobre la techumbre, los cuales no estaban en la zona focal del incendio. Entre otras implicancias, el hallazgo de los cartuchos permite avalar lo declarado por personal del centro cultural, quienes aseveraron haber sido objeto de ataques con lacrimógenas hacia el edificio desde fines de octubre.

Según lo señalado en el informe de Bomberos, no se descarta de plano la participación de una lacrimógena en el origen del siniestro. Más bien expresan que, para afirmar taxativamente que fue una lacrimógena la que originó el incendio, primero se requiere localizar el cartucho (físico) en el lugar, pero el proyectil no fue encontrado.

Una constatación de este tipo está condicionada por el rigor que implica una investigación de esta naturaleza y por el corto alcance que supone la modalidad del peritaje realizado por Bomberos. Pero hay que tener presente que bajo estas circunstancias –en medio de un siniestro desencadenado– un cartucho tan pequeño y liviano también puede resultar proyectado por los aires hacia otro lugar, ya sea del mismo edificio o de los inmuebles adyacentes. Además de considerar que, a la fecha, no se ha efectuado la extracción de los escombros acumulados en el lugar, por lo que no es recomendable descartar que exista otro cartucho entre los restos. Tampoco se puede desechar un indicio tan claro como lo es el hallazgo de los restantes cartuchos de lacrimógenas que alcanzaron el edificio.

De no contar con mayores antecedentes, lo planteado por el informe de Bomberos sería la mayor certeza disponible para un caso como éste. Para bien o para mal, hoy estamos en la era de las redes sociales y para completar el análisis, en el caso del siniestro del Centro Arte Alameda, se deben tener en cuenta como pruebas la gran cantidad de registros audiovisuales efectuados por ciudadanos que esa tarde se encontraban en el entorno, los que constituyen otro tipo de prueba.

Existen dos registros muy importantes. Uno de ellos corresponde a una transmisión en directo de El Ciudadano TV (https://www.youtube.com/watch?v=rm0ZF86PMB0), realizada desde la Alameda, que captó una imagen bastante singular de una bomba lacrimógena surcando los aires, dejando tras de sí una estela de humo blanco y que hace una gran parábola por sobre los edificios, para dirigirse hacia el área en que se emplaza el centro cultural. Lo peculiar de dicho registro es que la transmisión se desentiende por unos instantes de la lacrimógena, pero luego de un momento (menos de 3 minutos) vuelven a enfocar hacia el sector y no logran disimular su sorpresa al percatarse de que, por encima de la fachada de los edificios, comienza a asomar una inmensa nube de humo hacia la Alameda, que da cuenta de que se ha desencadenado un voraz incendio al interior de la manzana.

También es aclaratorio revisar las imágenes captadas con un celular por una atenta vecina, desde un edificio ubicado al norte del centro cultural (calle Santiago Bueras), en donde se aprecia un objeto que se acaba de alojar sobre la techumbre del edificio, que emite una columna de humo blanco y origina una llama incipiente en el lugar. Producto de la calidad del video, no se alcanza a visualizar con exactitud el artefacto, pero no se requiere ser muy perspicaz para identificar el tipo de proyectil que desencadena el incendio: una bomba lacrimógena lanzada presumiblemente por carabineros.

Ambos videos se complementan y están en sincronía. La conexión entre estos videos es un hecho irrefutable y precisamente en ello nos basamos para deducir que el “objeto no identificado” que origina el incendio (y que se aprecia de forma un tanto ambigua en el segundo video) corresponde al mismo proyectil que se logra identificar claramente en el primer registro.

En consecuencia, así como el informe de Bomberos no descarta que una lacrimógena fuera el objeto que provocó el incendio del Centro Arte Alameda, es posible constatar que existen otras evidencias que apuntan a confirmar que sí lo es.

En definitiva, y para todos los efectos legales del caso, se tendrán que esperar los resultados de la investigación oficial. Pero desde ya se aprecia que lo más relevante para explicar lo sucedido en torno al Centro Arte Alameda quedó registrado en las imágenes que ese viernes 27 de diciembre fueron captadas antes, durante y después del siniestro. Estos antecedentes, sin duda, se deberán contrastar con la información que se haya logrado recabar desde los peritajes realizados en terreno por las instituciones autorizadas.

Ricardo Riquelme