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Opinión

¿“Crianza Protegida”?

Por: Natalia Bozo | Publicado: 01.08.2020
¿“Crianza Protegida”? Promulgacion de Ley Crianza Protegida |
Mientras los organismos internacionales han pedido a los Estados proveer políticas públicas que favorezcan la ayuda de las familias a través de la protección social y el empleo, protegiendo los ingresos, licencias remuneradas y disposiciones de teletrabajo flexible cuando se cuenta con niños y niñas en casa, en Chile nos seguimos preguntando cuándo los niños y las niñas estarán realmente primero en la fila.

Una semana después de haberse decretado el «Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe» por emergencia sanitaria, dos parlamentarias de la oposición presentaron un proyecto de ley para extender la licencia de postnatal que permitiera brindar protección a la salud de niños y niñas lactantes, toda vez que madres y/o padres pudieran acceder a la ampliación del plazo de una licencia de cuidado por 8 semanas más, prorrogable mientras durara la pandemia para así evitar la exposición de las y los cuidadores al contagio del Covid-19.

Esta iniciativa no estuvo exenta de polémicas en la discusión parlamentaria.

Mientras que el Ejecutivo no apoyaba la medida, el presidente Piñera sugería crear un “comité de expertos” para evaluar la constitucionalidad del proyecto y la ministra del Trabajo (María José Zaldívar) indicaba que una propuesta de esta envergadura significaría muchos recursos para el Estado, orientando la solución hacia la Ley de Protección del Empleo y el Teletrabajo. Zaldívar además añadía que esta iniciativa legislativa significaría una “guillotina laboral para las trabajadoras”. Pareciera entonces que el debate nunca consideró el interés superior del niño mandatado en la Convención sobre los Derechos del Niño en su artículo 3, en cuanto “todas las medidas respecto del niño deben estar basadas en la consideración del interés superior del mismo” (Unicef, 2006).

Con un gobierno haciendo oídos sordos, que se oponía tajantemente a la medida, la impresión que quedaba es que los niños y niñas nunca estuvieron “primero en la fila” para las autoridades. La angustia de miles de madres y/o padres con sus hijos e hijas, de apenas 6 meses de vida, se acrecentaba con las noticias acerca del aumento explosivo de casos positivos por Covid-19 y las muertes asociadas a ello, incidiendo en la opinión ciudadana. Las encuestas respecto a este proyecto de ley llegaron entonces a un 94% de aprobación.

Sin embargo, el Presidente anunció hace unos días la Ley de “Crianza Protegida”, con un retraso de casi cuatro meses de iniciado este debate y cinco meses de iniciada la pandemia. Las medidas legislativas apuntan principalmente a la extensión de la licencia médica preventiva y quienes sean madres o padres de niños y niñas menores de 7 años podrán acceder al Seguro de Cesantía solicitando de manera unilateral la suspensión del contrato por motivos de cuidado, lo que conllevaría acceder a los beneficios de la Ley de Protección al Empleo. Si bien para algunas madres o padres esta ley enmarcada en el proyecto de “Postnatal de Emergencia”, significa todo o nada, y sigue quedando en evidencia que en su negociación el Ejecutivo nunca priorizó una protección integral para los niños y niñas y sus familias.

En las últimas semanas hemos visto que la crisis sanitaria agrava las condiciones de vida de miles de chilenas y chilenos, y que la respuesta del gobierno a través de esta ley ha sido solicitar una vez más a las madres y padres renunciar al trabajo, hacer uso del Seguro de Cesantía y así acceder a beneficios de protección social. Pero brindar la opción a los y las cuidadoras de suspender el contrato laboral en tiempos de incertidumbre y crisis económica, cuando las cifras de desempleo han aumentado mucho y además se cargan los costos a los ahorros individuales, es nuevamente una medida insuficiente y aislada de la realidad de muchos hogares con niños y niñas en edad temprana, grupo etario en el que siguen persistiendo las mayores cifras de pobreza, sobre todo cuando se trata de niños y niñas menores de 3 años (15%). Así también, es la primera infancia “la que se ve más afectada por el hacinamiento, alcanzando un 22,2% en la población infantil” (ONA, 2020: 124).

Mientras los organismos internacionales han pedido a los Estados proveer políticas públicas que favorezcan la ayuda de las familias a través de la protección social y el empleo, protegiendo los ingresos, licencias remuneradas y disposiciones de teletrabajo flexible cuando se cuenta con niños y niñas en casa (Unicef, OIT, UN WOMEN, 2020), en Chile nos seguimos preguntando cuándo los niños y las niñas estarán realmente primero en la fila.

Natalia Bozo