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Cómo las redes de la dictadura aún operan: Condenado por delitos de lesa humanidad pide liberación por demencia con firma de ex doctor de la DINA

Por: Carlos Jara | Publicado: 11.09.2020
Cómo las redes de la dictadura aún operan: Condenado por delitos de lesa humanidad pide liberación por demencia con firma de ex doctor de la DINA Referencial Punta Peuco | Agencia Uno
El ex militar se encuentra actualmente cumpliendo condena en Punta Peuco por delitos cometidos en la dictadura, entre ellos, la tortura y el asesinato a cadenazos de un agente de la propia organización que intentó ayudar a presos políticos. Los abogados de sus víctimas dicen que si bien su demencia podría ser real, se requiere un informe imparcial que lo determine, no uno propiciado por un ex doctor que trabajó para la DINA.

La defensa de Gerardo Urrich González, ex oficial de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) condenado por delitos de lesa humanidad, presentó una petición para que se ordene el cese de su condena, y se le permita vivir al cuidado de un familiar, bajo la argumentación de que padecería de demencia senil.

No obstante, quien firma esta solicitud desde el aspecto sanitario, es Jorge Bassa Salazar, doctor que también es ex agente de la DINA, y que actualmente se desempeña como cirujano estético en el Hospital Militar de Santiago, en la comuna de la Reina.

Bassa, aparece mencionado en Memoria Viva como «Agente DINA y médico de las clínicas clandestinas de la DINA«, como la conocida «Clínica London», donde se asesinó y torturó a detenidos de la dictadura.

«Si bien podría ser que el diagnóstico sea verdadero, hay fuertes motivos para desconfiar. Necesitamos peritajes, a fondo, serios, y el problema es que el SML no están haciendo peritajes por la pandemia», señaló al respecto la abogada representante de víctimas de violaciones a los DDHH, Magdalena Garcés.

En ese sentido, lo que busca la defensa de Urrich, es que el tribunal acepte este informe, como si se tratase de uno imparcial, explicó la abogada.

La defensa

Desde la defensa de Urrich González, argumentan que el informe médico que presentaron ante la justicia da cuenta de un caso de «demencia senil tipo Alzheimer» con un pronóstico «malo: de alta mortalidad en corto plazo«.

Sin embargo, lo que no mencionan es que -además del mencionado doctor de la DINA- todos los firmantes del documento son militares o cercanos, que de hecho, ejercen funciones en el Hospital Militar.

Así, el informe fue elaborado por el doctor José Tomas Armstrong (el único de los que lo sustentan que no es militar), aunque sí se desempeña en dicho recinto, es firmado por: el doctor Jorge Bassa Salazar (ex DINA y actual médico cirujano del Hospital Militar) y el doctor Francisco Silva Terán (director médico del Hospital Militar y Teniente Coronel del Ejército).

Además, el informe es «suscrito» por el Director General del Hospital Militar, Sergio Nazar Martínez, quien es también, General de Brigada del Ejército. 

Ninguno de estos grados militares es mencionado en el escrito, que se referiere a quienes apoyan el informe como «doctores».

Los hechos por los que cumple condena

Según pudo establecer la justicia décadas más tarde, Gerardo Urrich González formó parte de la DINA desde sus inicios, y participó directamente en la aplicación de torturas a sus detenidos en el lugar denominado “La Torre” en Villa Grimaldi.

De acuerdo a la información publicada por Memoria Viva, dicho recinto se trataba efectivamente de una construcción con forma de torre, que sustentaba un depósito de agua. En su interior se construyeron unos diez estrechos espacios para la mantención de reclusos, de unos 70 x 70 centímetros y unos dos metros de alto, con una puerta pequeña en la parte baja por la que era necesario entrar de rodillas.

En cada una de estas celdas se mantenía a una o dos personas en un régimen de encierro permanente, y aparentemente, las personas llevadas a La Torre eran detenidos de cierta relevancia que habían terminado su etapa de interrogatorios intensos. En esta torre también había una sala de torturas, y muchos de los detenidos que llegaron a ese lugar nunca fueron vistos nuevamente.

Allí ejerció gran parte de sus funciones Urrich González luego de haber sido, desde noviembre de 1973, instructor del futuro personal en la Escuela de las Rocas de Santo Domingo y Tejas Verdes, donde estaba bajo las órdenes de Manuel Contreras.

Luego, en febrero de 1974, se integró a la Brigada de Inteligencia Metropolitana de la DINA y a la Agrupación Purén, encargada en 1975 de la represión directa al Partido Socialista y en 1976 al Partido Comunista, funcionando primero en Londres 38 y luego en Villa Grimaldi, donde formó parte de un trío que pasó a la historia por sus atrocidades, junto a Raúl Carevic y Marcelo Morén Brito.

Los tres, son famosos por haber asesinado a cadenazos, luego de reiteradas torturas, a otro agente de la DINA, que había comenzado a ayudar a algunos de los detenidos.

Ese fue el caso de Rodolfo Valentín González Pérez, quien al ser enviado al Hospital Militar a cuidar a “prisioneros peligrosos” como Tito Palestro, Osvaldo Puccio y el Ministro José Tohá, comenzó a ayudarlos en la comunicación con sus familiares.

Al ser descubierto, lo torturaron en “La Torre” de Villa Grimaldi y luego, frente a toda la guardia, lo lincharon a cadenazos para demostrar “como mueren los traidores”. González Pérez está desaparecido desde el 19 de julio de 1974.

Asimismo, Urrich González fue condenado por su participación en el delito de secuestro calificado del médico veterinario Juan Rosendo Chacón Olivares. Ilícito perpetrado a partir del 15 de julio de 1974, en el marco de la denominada «Operación Colombo«, donde junto a él, fueron condenados otros 35 agentes de la organización.

Otra de sus labores, incluyeron su participación en los crímenes cometidos en el cuartel de la DINA conocido como «Venda Sexy«, en Ñuñoa, entre 1974 y 1975.

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