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Opinión

Plebiscito, un balance

Por: Octavio Avendaño y Pablo Sandoval | Publicado: 30.10.2020
Plebiscito, un balance | Foto referencial Plebiscito / Agencia Uno
La opción por la “Convención Constituyente” refleja el distanciamiento que existe entre la ciudadanía y el actual Congreso, así como también la crítica que los ciudadanos suelen formular hacia la totalidad de los partidos, desde los tradicionales e históricos a los emergentes. Respecto a la oposición, los resultados pueden ser una señal de alerta frente a cualquier tentación de tomar decisiones, acuerdos y definir representantes sin considerar la opinión de la ciudadanía.

El plebiscito del pasado domingo 25 constituye uno de los hechos más relevantes desde el fin de la dictadura. En muchos aspectos, el reciente plebiscito se asemeja al realizado el 5 de octubre de 1988, debido al interés que despertó en una parte de la población, especialmente en los más jóvenes, así como por la expectación que concitó a nivel internacional. Por cierto, en términos de participación el porcentaje de votantes, en relación a la totalidad del padrón, fue menor que en 1988. Mientras que en 1988 concurrió a votar el 89,9% del total de inscritos, el día 25 de octubre lo hizo el 50,9% del padrón.

Para comprender este fenómeno, se debe considerar que el reciente plebiscito se realizó bajo los efectos de una pandemia, con varias comunas en cuarentena, lo que inhibió la participación de buena parte de la tercera edad. Asimismo, desde 2012 los niveles de participación han estado condicionados por los efectos que ha traído consigo consigo el voto voluntario. No está de más mencionar que para este último plebiscito no hubo una campaña desde el gobierno a promover la participación, ni a informar de manera adecuada. Por el contrario, la estrategia comunicacional del gobierno estuvo dirigida a inhibir la participación al traspasar la responsabilidad a los propios electores de eventuales contagios. Finalmente, la participación y los niveles de adhesión hacia la opción favorable a la elaboración de un nuevo texto constitucional contrastaron con la dispersión que caracterizó la campaña electoral, entre los partidarios del “Apruebo”, y las discrepancias que surgieron entre los partidos de la oposición. Pese a todo, el reciente plebiscito logró niveles de participación superiores a los de las elecciones efectuadas desde 2012, incluyendo un leve aumento en comparación a los comicios presidenciales de 2017.

Los resultados del plebiscito reafirmaron una tendencia que desde enero del presente año venían registrando algunas encuestas, sobresaliendo Pulso Ciudadano, de la empresa Activa Research, cuyas estimaciones fueron las más cercanas a las preferencias que finalmente manifestó el electorado. En forma abrumadora, los electores concurrentes a las urnas se inclinaron a favor de la opción “Apruebo” y “Convención Constitucional”. Los resultados que se muestran a continuación fueron obtenidos del 99,85% de las mesas escrutadas a nivel nacional, es decir, 44.846 de 44.913, disponibles en el sitio web del Servicio Electoral (Servel) el día 26 de octubre, a las 18.30 p.m. (http://www.servelelecciones.cl). De los datos desagregados a nivel regional, se obtuvo una estimación puntual por mínimos cuadrados ponderados de los coeficientes de transición electoral entre las preferencias de ambas papeletas, utilizando la librería “vottrans” del software libre R.

Respecto a la primera papeleta, un 77,8% de quienes acudieron a los centros de votación se manifestaron a favor de la opción “Apruebo”, 21,6% por “Rechazo” y un 0,6% anuló o dejó en blanco sin optar por alguna preferencia. Si tomamos el universo de votos válidamente emitidos –es decir, excluyendo nulos y blancos– se llega al resultado oficial de la votación a nivel nacional: “Apruebo”, 78,26%, y “Rechazo”, 21,74%. En cuanto a la segunda papeleta, un 74,7% de los electores que concurrieron a sufragar se manifestó a favor de la “Convención Constitucional (Constituyente)”, un 19,9% optó por la “Convención Mixta” y un 5,4% anuló o dejó en blanco. Si de nuevo nos quedamos sólo con los votos válidamente emitidos se llega al resultado oficial: “Convención Constitucional”, 78,98%, y “Convención Mixta”, 21,02%.

Los días previos al plebiscito se especuló respecto a la distancia que existiría entre la opción “Apruebo” y el tipo de órgano que debería elaborar la nueva Constitución. Pese a que la totalidad de las encuestas indicaban una clara preferencia hacia la “Convención Constitucional”, el porcentaje era siempre inferior al de la opción “Apruebo”. Se estimaba, además, una mayor inclinación hacia votos nulos y blancos en la segunda papeleta respecto de la primera. Frente a estos antecedentes, entre quienes votaron “Apruebo” en la primera papeleta, ¿qué porcentajes lo hicieron por “Convención Constitucional”, “Convención Mixta” o bien anularon en la segunda papeleta? Asimismo, ¿cómo distribuyeron sus preferencias en la segunda papeleta quienes en la primera votaron “Rechazo”, o bien no emitieron un voto válido? Dichas proporciones condicionales reciben el nombre de “coeficientes de transición electoral”.

Según los resultados obtenidos, un 93,6% de quienes votaron “Apruebo” en la primera papeleta se inclinaron por “Convención Constitucional” en la segunda, y sólo un 6,4% por “Convención Mixta”. Entre quienes votaron “Rechazo”, un 68,8% votó “Convención Mixta” en la segunda, otro 22,8% anuló o dejó en blanco, y finalmente un 8,4%, pese haber rechazado inicialmente, votó “Convención Constituyente”. Además, el 100% de quienes anularon la primera papeleta también anularon la segunda.

Varias conclusiones se pueden obtener a partir de estos resultados. En primer lugar, desde luego, una amplia mayoría aspira a una nueva Constitución que reemplace, no sólo en términos formales, la actual Carta Fundamental vigente desde 1980. En segundo lugar, la opción por la “Convención Constituyente”, entre los votantes del “Apruebo” refleja el distanciamiento que existe entre la ciudadanía y el actual Congreso Nacional, así como también la crítica que los ciudadanos suelen formular hacia la totalidad de los partidos, desde los tradicionales e históricos a los emergentes. En tercer lugar, respecto a la oposición, los resultados pueden ser una señal de alerta frente a cualquier tentación de tomar decisiones, acuerdos y definir representantes sin considerar la opinión de la ciudadanía. En cuarto lugar, los resultados reflejan, a su vez, el claro distanciamiento, evidenciado a partir del 18 de octubre de 2019, de la ciudadanía con el proyecto del actual gobierno y con lo que representa la derecha. Finalmente, ante las declaraciones e intenciones, como la de José Antonio Kast, de llamar a votar “Rechazo” en la primera papeleta y optar a favor de la “Convención Constitucional” en la segunda, los datos refutan de manera tajante que dicha iniciativa se haya podido materializar.

Octavio Avendaño y Pablo Sandoval