La situación se generó cuando un buque con bandera de las Islas Marshall realizaba la descarga del combustible en un estanque de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP).
Por causas que se investigan, una de las conexiones se cortó y provocó que gran parte del crudo llegara al mar.
En el lugar trabaja personal de la Capitanía de Puerto, además de la Onemi, como también de la Seremi de Salud y de Medio Ambiente para controlar la emergencia.
Los derrames de petróleo en mares y océanos son uno de los desastres ambientales más graves que atentan contra la biodiversidad. Los niveles de daño varían en función del tamaño del derrame, su ubicación, la temperatura, el viento y el clima.
Se estima que cerca de 3 mil 800 millones de litros de petróleo entran cada año a los océanos como resultado de las actividades humanas, de éstos, sólo ocho por ciento se debe a fuentes naturales; por lo menos 22 por ciento a descargas operacionales intencionales de los barcos, 12 por ciento por derrames de buques y otro 36 por ciento por las descargas de aguas residuales.
El petróleo o cualquier tipo de hidrocarburos, crudo o refinado, daña los ecosistemas marinos produciendo importantes daños. La forma en que el petróleo derramado afecta a la fauna es variada y compleja. Existe una amplia gama de respuestas de los organismos marinos ante el petróleo, esto debido a la gran diversidad de los mismos.
El petróleo forma con el agua una capa impermeable que obstaculiza el paso de la luz solar que utiliza el fitoplancton para realizar el proceso de la fotosíntesis, interfiere el intercambio gaseoso, cubren la piel y las branquias de los animales acuáticos provocándoles la muerte por asfixia.
Los datos acumulados a lo largo de varios derrames de petróleo han mostrado que en el mejor de los casos sólo un cuarto de las aves contaminadas llegan a tierra vivas o muertas. El resto desaparece en el mar o se hunden porque no pueden volar.
El derrame de petróleo registrado en Quintero se suma a una larga lista de externalidades negativas sobre la salud de las personas y el medio ambiente que ha debido soportar la población local, debido a los más de 50 años de funcionamiento del Complejo Industrial Ventanas, ubicado entre los límites de las comunas de Puchuncaví y Quintero.