A fines de los 90 comenzamos a oír del proyecto binacional Pascua Lama, una explotación minera en las altas cumbres de la Cordillera de Los Andes que extraería oro, plata y cobre a más de 4.000 metros de altura, precisamente en el sitio donde se ubicaban los glaciares que abastecían de agua a todo el valle.
La batalla legal contra Barrick
En octubre de 2012, cuando el Valle del Huasco ya había sufrido más de una década el daño constante e irreparable de todo su ecosistema glaciar el Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN) ordenó la paralización de las faenas en Pascua Lama por la contaminción que estaba provocando en la zona. Esto sirvió de impulso para que la Asamblea por el agua del Guasco Alto formada por una convergencia de organizaciones de la zona, demandara a Barrick Gold por daños irreparables ante el Segundo Tribunal Ambiental en Santiago, exigiendo como medida compensatoria el cese inmediato de las faenas en la Cordillera de Los Andes y el cierre definitivo de Pascua Lama como única medida para salvaguardar el ecosistema que ha logrado sobrevivir a la devastación de Barrick Gold.
Entre las múltiples pruebas entregadas por Alvaro Toro, abogado representante de la Asamblea por el Agua, se detallan los daños que la propia empresa provocó en la etapa de exploración del proyecto, dinamitando y haciendo sondajes sobre los mismos glaciares para explorar el terreno y construír los caminos. Han acompañadola demanda de material gráfico de los propios habitantes de la zona, testimonios de trabajadores que realizaron estas maniobras. El listado es contundente y entre ellos están los documentos de la Dirección General de Aguas (DGA) que aseguran que el polvo emitido por la actividad minera disminuyó la masa de los glaciares; las investigaciones de académicos de Chile y Argentina que aseguran que Pascua Lama comprometió la vida de alrededor 80 glaciares.
Asamblea del Agua
Ante estas pruebas la respuesta de Barrick ha sido el comodín del cambio climático, algo así como la mano invisible de Adam Smith en la economía, que no tiene responsables ni intenciones, que en este caso abofetea al Valle y acaricia a Pascua Lama, pues el problema de los glaciares no ha sido la actividad humana si no la propia naturaleza. Un argumento fácilmente rebatible cuando la misma Barrick fue sancionada por no realizar el seguimiento de meteorológico de los glaciares.
Casi 15 años después, solo Barrick Gold y sus pocos defensores, podrían negar los devastadores efectos que ha tenido este proyecto para el ecosistema del valle. La comunidad entera se mantiene alerta y confiada en que esta vez sí la verdad puede triunfar y el triunfo no será financiero, será el cierre definitivo de Pascua Lama y por sobre todo, será un triunfo de la dignidad, la organización y la Tierra.
Con tu firma exige a la Justicia que proteja y resguarde la vida y el ecosistema glaciar del Valle del Huasco.