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«Ocurre a nivel macro con el Rally Dakar»: Expertas analizan los daños al «Gigante de Tarapacá»

Publicado: 22.01.2019

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El Gigante de Atacama se convirtió en el foco de la noticia patrimonial, tras ser vulnerado hace unas semanas por un grupo de turistas. El lugar, junto a otros 20 geoglifos emplazados en el Cerro Unitas, forman parte de un complejo sistema de ocupación de la Pampa del Tamarugal.

En este contexto, la comunidad de Huara ha denunciado daños anteriores en el sector, donde la protección resulta difícil debido a que cualquier marca o huella sobre el lugar es imborrable.

Al respecto, la arqueóloga Alejandra Vidal, quien representa al Colegio de Arqueólogas y Arqueólogos en el Consejo de Monumentos de Chile, señaló que «en particular para estos grandes sitios como son los geoglifos, debiese haber una gestión de carácter más bien local. Primero una educación a largo plazo, una gestión local de estos lugares donde efectivamente hubiese alguien que de forma permanente controle el acceso. Eso puede ser algo relativamente sencillo de implementar».

A juicio de los especialistas, más que barreras físicas, es necesario que exista una conciencia patrimonial y educación al respecto. A la vez, manifiestan la preocupación por lo que ocurre con estos espacios en grandes eventos como el Rally Dakar.

“Lo que pasó en el geoglifo del Cerro Unitas, ocurre a nivel macro en el Rally Dakar. La huella se multiplica exponencialmente cuando tenemos la presencia del Dakar en el desierto. Lo que pasa es que el Gigante de Tarapacá es un ícono, pero hay una serie de otros sitios que no tienen esa visibilidad, pero no por no ello no se van a ver dañados irreparablemente», argumentó Itací Correa, presidenta del Colegio de Arqueólogos de Chile.

El Directorio del Colegio ha manifestado su convicción de que el Rally Dakar no es una actividad sustentable para Chile desde el punto de vista ambiental. Hasta el momento, el Gobierno no ha confirmado ni desmentido la intención de volver a organizar la carrera en 2020.

«En los inicios todos estábamos de acuerdo en que el Dakar debía establecer una línea de base, y a partir de ella establecer las medidas de compensación y precaución para que no se dañaran los sitios, pero con el tiempo nos fuimos dando cuenta de que el Dakar es una actividad impredecible, usando palabras de un mismo competidor de la carrera, donde los conductores van encontrando rutas a medida que van circulando, siguiendo cierto trazado general y pasando por ciertos puntos, pero aun así hay momentos en que los vehículos tienen bastante libertad para actuar», recalcó Alejandra Vidal.

A la vez, la arqueóloga recalcó que «hemos llegado a la conclusión de que inclusive existiendo la voluntad de hacer una línea de base, nos parece que es una medida incompleta que no lograría evitar el daño a los sitios arqueológicos».

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