El director de Greepeace Chile, Matías Asun, se refirió a las movilizaciones en Chile, y quiso aportar una dimensión que -a su parecer- no ha tenido mayor lugar en las lecturas que las organizaciones y actores sociales han realizado de la crisis.
El experto plantea que «la lógica de solución a favor de equidad y justicia detrás pareciera estar omitiendo que no solo vivimos en una forma avanzada de capitalismo global, también hemos cultivado una economía extractivista que ha transferido a nuestros territorios brutales externalidades».
Asun plantea que los plásticos, antibióticos, químicos en los mares de Chiloé, por ejemplo, «son la huella del desarrollo de la industria acuícola. Salares afectados por la extracción sin conmiseración por sus impactos es la forma en que estamos sacando litio».
Y agrega que: «Relaves mineros en tierra y mar, derrames de concentrados de metales pesados en ríos y químicos afectando a poblaciones enteras es también parte de nuestro ‘modelo’, cuyo sello en el norte es minero».
El activista medioambiental continúa indicando que por todo esto «no alcanza con señalar que queremos más equidad. El famoso ‘modelo’ en un lado privatiza la salud y en otro la destruye con chimeneas de carbón, plantaciones forestales y relaves. Esto está indirectamente consagrado en una constitución escrita en dictadura, cuyas bases si bien reconocen el derecho a la vida, la libertad y a vivir libres de contaminación, en efecto anteponen garantías a formas de actuar que atentan directamente contra esas libertades básicas».
«Chile somos todas y todos, y es por eso que no alcanza con una lógica de mejor distribución», añade. Esto a propósito de que «el crecimiento se ha hecho a costa de nuestro sostén, y eso afecta a miles y miles y miles de personas que se han convertido injustamente en ciudadanos de segunda clase».
«Fin a las zonas de sacrificio, recuperación del agua y fin al extractivismo. Algunas de esas medidas pueden implementarse hoy, antes de iniciar este proceso constituyente», resume Asun.