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Chile inicia oficialmente su camino para impulsar una transición hacia una economía circular

Publicado: 12.05.2020

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Los seres humanos somos el único elemento de la naturaleza que genera basura. Sólo por poner un ejemplo, cada chileno y chilena produce cerca de 1,15 kilogramos de basura al día. Mientras que cada habitante de Santiago genera 1,3 kilos diarios de residuos, de los que sólo un 10% se recicla.

Un ejemplo de los problemas generados por los residuos que diariamente generamos son las miles de toneladas de plástico de diversos tamaños que contaminan nuestros océanos y que tienen un efecto devastador sobre la fauna marina y las aves, llegando incluso a nuestros platos en forma de micro plásticos.

Ante esta situación, en el último tiempo se ha hecho evidente la necesidad de movernos hacia una economía circular como modelo para reducir los desperdicios, explotar más racionalmente los recursos y cuidar nuestro medio ambiente.

Según un reciente informe de la ONU, la economía circular podría reducir entre un 80 y un 99% los desechos industriales en algunos sectores y entre un 79 y un 99% de sus emisiones contaminantes.

¿Qué es la economía circular?

El actual modelo de producción y gestión lineal de recursos, bienes y servicios que busca potenciar un consumo a corto plazo está llevando al planeta a una situación insostenible.

En este sentido, la economía circular se presenta como un sistema de aprovechamiento de recursos donde prima la reducción, la reutilización y el reciclaje de los elementos, donde el modelo económico de tomar, hacer y desechar es reemplazado por uno en que la actividad económica se concibe como actividad reparadora y regenerativa.

Tomando como ejemplo el modelo cíclico de la naturaleza, la economía circular se presenta como un sistema de aprovechamiento de recursos donde se busca que los materiales que entran en el proceso productivo –ya sean materiales técnicos, como los plásticos, o biológicos, como la madera- se mantengan por el mayor tiempo posible o incluso de manera indefinida.

De esta manera, la economía circular se concibe como un ciclo continuo de desarrollo positivo que conserva y mejora el capital natural, optimiza el uso de recursos y minimiza los riesgos del sistema al gestionar una cantidad finita de existencia y flujos renovables.

La Hoja de Ruta de Economía Circular

Durante esta semana el Ministerio de Medio Ambiente dio inicio al trabajo del Comité Estratégico para la elaboración de una Hoja de Ruta de Economía Circular, que sirva como base para impulsar una transición hacia un Chile Circular, que busca terminar con la cultura de lo desechable.

El comité estratégico se centrará en trabajar durante las fases de definición de la visión y diseño de la Hoja de Ruta, la cual se estructurará en 4 grandes pilares: Obtención de materias primas; Producción; Consumo y servicios; y Gestión de residuos. Cada uno de estos pilares, tendrá metas y objetivos concretos, de corto, mediano y largo plazo.

Como ejemplo, en materia de gestión de residuos, el Ministerio del Medio Ambiente propondrá al Comité Estratégico la meta de que al 2040 el 10% de residuos domiciliarios, como máximo, sean enviados a un relleno sanitario (hoy es un 96%), mientras que se reciclen al menos el 65% de los residuos domiciliarios generados en el país.

Los integrantes del comité estratégico son:

Sector Público

Municipalidades

Sociedad Civil

Academia

Sector Privado

Expertos

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