Fotoreportaje | Atrapanieblas y baños secos en el Parque Nacional Pan de Azúcar

Ubicado en el sector costero que conecta la Región de Antofagasta con la Región de Atacama se emplaza el Parque Nacional Pan de Azúcar, área natural protegida conformada por ambientes marinos y terrestres que conserva un importante patrimonio natural del planeta.

Debido a sus playas de arena blanca y sus senderos de imponentes paisajes, el área protegida se ha convertido en uno de los destinos imperdibles para miles de visitantes que año tras año visitan el parque. 

Sin embargo, al igual que la gran mayoría de las Áreas Silvestres Protegidas del país, el Parque Nacional Pan de Azúcar enfrenta graves problemas asociados a la gestión de sus servicios sanitarios de uso público, debido a la dificultad que supone la provisión del agua potable que exige la normativa sanitaria por visitante en un contexto de escasez hídrica, así como por los costos y dificultades técnicas que supone el retiro de residuos sanitarios en zonas remotas. 

Ante esta situación, en marco del proyecto “Guía de Estándares de Soluciones Sanitarias Sustentables para Servicios Turísticos en Áreas Silvestres Protegidas y Zonas Rurales”, se instalaron, en el sector Las Lomitas, unidades piloto de atrapanieblas y baño seco para el uso de los visitantes.

Al borde de un farellón a 900 metros de altitud sobre el Océano Pacífico se emplaza el Sistema sanitario “Mirador las Lomitas”. Los distintos elementos que componen el baño remoto se disponen dispersos sobre una ladera que limita con el horizonte. Foto: Cristián Morales.

Compuesto por 4 atrapanieblas unidos entre sí por 5 módulos estructurantes que generan un zigzag que colabora ante eventuales temporales de viento y estimula el flujo natural de masas de aire y camanchaca o niebla. Foto: Cristián Morales.

“El desafío del Baño Remoto Camanchaca se plantea desde la inquietud de ser autónomo y libre de desechos. Allí donde no hay otras fuentes disponibles, la autonomía se logra a través de la producción de agua de niebla captada mediante un sistema de módulos atrapaniebla entrelazados y articulados por acueductos que canalizan el agua hacia su estanque de almacenamiento”, explica Alejandra Yávar, socia de Polivalente Artes & Oficios, empresa a cargo del diseño, construcción e instalación de la infraestructura. 

Con un rendimiento estimado de 75 lts x mes por m2 de malla, se espera que los 30.8 m2 de metros cuadrados que suman las 4 estructuras logren captar unos 27.800 lts de agua al año. Foto: Cristián Morales.

Los atrapanieblas se articulan en un acueducto que recibe toda el agua cosechada de cada bastidor. El acueducto transporta las gotitas al estanque de acopio de 2.400 lts. que asegura el abastecimiento para la dotación requerida de visitantes por temporada. Foto: Cristián Morales.

El agua de niebla cosechada se usa exclusivamente para el lavado de manos en una fuente de agua, elemento pétreo, dispuesto hacia un horizonte donde se funden cielo, nube y mar. Esta fuente asegura la higiene y  salud de las personas invitándolas a su vez a ser conscientes del agua que utilizan en este remoto lugar.

El agua de niebla se utiliza en una fuente con 2 lavamanos de piedra del lugar. La baliza destaca la ubicación remota, invitando al visitante a ser consciente del agua a utilizar: 2 litros o 20 segundos. El agua gris generada por el lavado de manos, se drena en conjunto con la orina proveniente del baño, que es esencialmente estéril, sin dañar el entorno. Foto: Cristián Morales.

El baño seco, por su parte, no requiere de agua pues la tecnología deshidrata los desechos sólidos e infiltra la orina en el territorio, asegurando la salud de plantas, animales y personas que visitan el lugar.

“El baño seco es un mirador. La experiencia de ir al baño es ahora una invitación a contemplar abalconado en un acantilado mirando el firmamento, en el mismo lugar donde tus deshechos serán saneados” señala Cristián Morales, socio fundador de Polivalente Artes & Oficios y  arquitecto a cargo del diseño y la construcción de la infraestructura.

Los beneficios de esta tecnología no sólo se expresa en el menor consumo de agua, que tan vital resulta para los ecosistemas de Atacama, sino que en una disminución significativa en los costos de operación de la infraestructura. Foto: Cristián Morales.

Morales explica que los más de 1.000 Kg de desechos sólidos que producirán al año los visitantes que recorren este sendero, se separan de la orina para dar paso a un volumen reducido, deshidratado, neutralizado y seguro para la salud del medio ambiente y de las personas.

“Esto se logra sin utilización de agua, que es especialmente escasa en esta locación y con una mínima necesidad de mantención y porteo de residuos” señala.

Esta tecnología de baño seco, a diferencia de otros modelos que hay en el mercado, se basa en el principio de la desviación de orina y lo logra a través de una huincha transportadora inclinada, que conduce los sólidos a una cámara posterior, y canaliza la orina que cae por gravedad hacia los drenes asegurando la seguridad sanitaria del sistema. Foto: Cristían Morales.

Para llegar a este lugar es necesario recorrer el sendero de mayor extensión del parque, Las Lomitas, circuito en el que es posible adentrarse por farellones costeros de laderas abruptas, donde las nubes son interceptadas desarrollándose una zona de neblinas que mantiene la humedad necesaria para constituirse como el hábitat de una población relicta de guanacos, zorros chilla, culpeos, aves, reptiles y diversas especies de cactus, líquenes y flores.  

El objetivo del proyecto –financiado por CORFO, mandatado por CONAF y co- ejecutado por el Ministerio de Salud, INDAP y la Subsecretaría de Turismo– es testear y validar el uso de este tipo de tecnologías para permitir su formalización sanitaria en Áreas Silvestres Protegidas y servicios turísticos rurales.

En terreno se trabajó con el equipo de guardaparques para transmitir e implementar el plan de operación y mantención a largo plazo, traspasando capacidades y responsabilidades a los distintos actores involucrados. Foto: Luciano Badal.

Como resultado del proyecto, se trabaja en la elaboración de una guía de estándares que sintetizará las conclusiones alcanzadas, la cual quedará disponible para quienes busquen implementar atrapanieblas, baños secos y otro tipo de sistemas sustentables. 

Además del uso de baños secos y atrapanieblas, la guía busca allanar el camino normativo para el la utilización de sistemas de captación de aguas lluvia, condensadores de humedad y mini plantas desalinizadoras. 

En esta línea, el proyecto contempla generar material que permita promover un uso consciente del agua, estrategias de educación ambiental y sistemas de saneamiento sustentables como humedales artificiales y lombrifiltros para la reutilización de aguas grises. 

Se espera que la guía cumpla la función de ayudar a elegir y formalizar todo este tipo de tecnologías no convencionales invitándonos a hacernos cargo de los impactos que generamos en el territorio. 

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