Ecosistemas marinos como los arrecifes han sufrido el impacto del cambio climático y la polución del océano, y la comunidad científica los estudia para poder tomar pasos que reviertan su degradación.
Pero muchas veces, las formas de estudiarlos pueden resultar invasivas para la fauna que habita en las profundidades, ya afectada por el daño a su entorno. Un pez robot inteligente diseñado por estudiantes suizos logra moverse de una forma que se mimetiza con la fauna marina para investigar sin perturbar.
Belle es el nombre que le pusieron al robot, que puede capturar videos bajo el agua y recolectar información genética de los organismos en el océano, contribuyendo al saber científico sobre el estado de los ecosistemas marinos.
El robot no necesita que una persona esté controlando, sino que puede nadar de forma autónoma durante dos horas recopilando datos sobre la biodiversidad, con un sistema de inteligencia artificial. La aleta de su cola es de silicona y utiliza válvulas que mueven el agua para propulsarla.