Latinoamérica es la región más mortífera para quienes defienden el medio ambiente, y aunque en Chile dicha violencia no suele terminar en asesinatos, sí existen hechos de violencia contra defensores ambientales y sobre todo contra defensoras mujeres.
Una investigación de la ONG Escazú Ahora registró todas las denuncias por violencia hacia defensores y defensoras del medio ambiente en Chile: hubo 25 episodios de violencia contra 20 defensores en el 2023.
Las principales afectadas fueron mujeres mayores, de entre 70 y 78 años, de la región de Valparaíso. El promedio de edad entre todos los denunciantes es de 65 años y el 60% de las denuncias pertenecen a la V Región.
Al analizar las denuncias una a una, los investigadores dieron cuenta de que existen denunciantes de entre 20 y 80 años, por lo que señalan que la protección del medio ambiente trasciende las edades.
Las y los defensores ambientales que denunciaron este año, luchaban mayoritariamente contra la industria inmobiliaria (47%), la forestal (17%) y la energética (8%).
El informe es parte de un trabajo que lleva adelante Escazú Ahora para catastrar a las y los defensores ambientales del país y sus situaciones, a raíz de la adhesión al Acuerdo de Escazú en 2022 por parte del Gobierno de Gabriel Boric.
Los 24 países firmantes de dicho acuerdo en la región se comprometen a tomar acciones concretas para garantizar el derecho de la ciudadanía a acceder a información, participación y justicia ambiental, además de proteger a las y los defensores ambientales.
Bajo amenaza
Algunos de los casos más conocidos de amenaza contra defensoras ambientales son los sufridos por activistas de la organización Mujeres Modatima, que luchan por el acceso al agua para las comunidades de Petorca y La Ligua que viven en medio de la extrema sequía y la sobreexplotación industrial.
Verónica Vilches, presidenta de la Asociación de Agua Potable Rural (APR) de Cabildo, ha sido amedrentada en varias ocasiones, incluyendo un incidente en que rayaron las paredes de la APR con una amenaza de muerte en su contra, y otro en que incendiaron su auto.
Lorena Donaire, otra activista de la misma organización, denuncia que desconocidos han entrado en varias ocasiones a su casa en la madrugada sin robar nada y la han perseguido en autos con vidrio polarizado y sin patente.
Similares situaciones han vivido activistas de la organización Mujeres en Zonas de Sacrificio (Muzosare), también en la región de Valparaíso, donde luchan hace años contra la contaminación emitida por el cordón industrial en la bahía de Quintero. Amenazas de muerte desde autos sin patente o llamadas anónimas son algunas de las denuncias que hacen estas activistas.
A escala latinoamericana existen catastros similares como el realizado por el proyecto Tierra de Resistentes, que contabilizó entre 2010 y 2020 más de 340 ataques contra mujeres indígenas defensoras del medio ambiente en la región.