Después de conocerse el resultado de la segunda autopsia a la activista ambiental Macarena Valdés que descartó la tesis de suicidio emitida por el primer informe, movimientos sociales han mostrado su solidaridad con la familia en diferentes acciones. Una de ellas fue la manifestación que se llevó a cabo el viernes pasado en Panguipulli convocada por su pareja Rubén Collío; asimismo, hoy en Santiago se realizará una marcha a las 19:00 en Ahumada con la Alameda. En este contexto, el Movimiento Salud para Tod@s ha elaborado un comunicado que condena el actuar negligente de los organismos públicos y manifiesta total apoyo a la familia de Macarena Valdés y la comunidad de Tranguil.
Respecto a los hechos ocurridos en Tranguil, comuna de Panguipulli. Consistentes en el asesinato de Macarena Valdés, activista medioambiental, el día 22 de agosto de 2016, con previas amenazas por parte de agentes de la Empresa en conflicto RP Global. La resolución inicial de muerte por ahorcamiento emitido desde el Servicio Médico Legal y el Ministerio Público, fue contravenido en una segunda autopsia cuyo informe con fecha 19 de enero del 2018, descarta el suicidio como causa de muerte y plantea que su cuerpo fue colgado ya muerta para simular dicho suicidio. Ante esto, queremos declarar lo siguiente:
1. Condenamos la falta de verdad, rigor y el carácter errático de los organismos públicos involucrados en la investigación judicial, donde el Servicio Médico Legal otorga un diagnóstico falso de fallecimiento, y el Ministerio Público persiste en cerrar el caso pese a los cuestionamientos de la familia.
2. Exigimos el pronunciamiento de las autoridades y organismos involucrados en la investigación. Que esclarezcan los resultados, que muestren disposición y faciliten los recursos para determinar con exactitud, las causas del fallido primer informe y los responsables del asesinato de Macarena.
3. Solidarizamos con la familia de Macarena, su comunidad de Tranquil,y las comunidades mapuche que en distintos territorios brindan una lucha contra el desinterés del Estado por proteger el medio ambiente y la cultura de los pueblos originarios. Para ellos exigimos justicia.
4. Denunciamos la violencia y amedrentamiento permanente que ha sufrido la comunidad de Tranguil, ejercida por el Estado y las empresas hidroeléctricas interesadas en extraer las riquezas del territorio, a costa de la destrucción del patrimonio natural y cultural del pueblo.
5. Las organizaciones sociales y la sociedad entera no podemos pasar por alto la gravedad que implica el asesinato de quienes luchan en pos de proteger nuestro medio ambiente y por preservar la cultura de nuestros pueblos originarios.
6. Por nuestra historia en América Latina sabemos que este crimen corresponde al modo en que, tanto políticas de Estado como de grupos empresariales, reprimen a través del terror y el silenciamiento de la disidencia y diversidad de los pueblos.