Cuando todo comenzó, el caso estaba en la Fiscalía de Limache a cargo de Juan Emilio Gatica. Algunas veces nos mostraban extractos de la carpeta y luego nos volvían a dar la misma información. De un día para otro se dejó de autorizar la entrega de antecedentes, porque la investigación se dejó en reserva. Ahí fue cuando como familia nos ilusionamos, quizá tendrían algo concreto sobre los atacantes de mi prima y quizá por eso ya no nos daban noticias. Nos equivocamos. Durante ese periodo hubo diligencias que se hicieron tarde, mal y nunca. Yo comencé a perder la confianza en el fiscal, porque cada vez que nos citaba, nos hacía esperar. A veces llegábamos y nos avisaban que se había cancelado la reunión, sentía el desinterés y poco compromiso de su parte. Le dábamos absolutamente lo mismo. Luego decidí que ya había pasado demasiado tiempo, estábamos cada vez más cansadas con la mamá de Nicole, enfermas, desgastadas y debíamos cambiar: lo que no se había hecho en dos años (ahora vamos para los tres) no se haría nunca.
A mi prima la encontraron muerta en el Embalse los Aromos el 25 de junio de 2016. Tenía sus manos y señales de tortura. La mataron por ser Lesbiana, y por serlo la justicia también parece ignorarla.
Comenzamos enviando cartas a la Fiscalía regional, pedimos un cambio, se nos escuchó, pero a la vez se nos explicó que era muy difícil y que no se podía concretar. Seguimos golpeando puertas, nos ilusionaban diciendo que se presionaría para avanzar, pero seguimos en el mismo escenario, angustiadas con el estancamiento. Un día decidí que ya no iba a esperar más y que, antes del segundo aniversario de su muerte, debíamos tomar acciones más radicales. Fui a la Fiscalía Nacional a encadenarme con toda la rabia que me consumía, con toda la rabia del tiempo perdido. El caso se podía cerrar.
Ese día logramos hablar con el Fiscal Nacional Jorge Abbott, le planteamos todo lo que necesitábamos, el poco compromiso que sentíamos y quedó en darnos una respuesta que se demoró menos de una semana. Se nos informó se cambiaría el fiscal y que la causa se trasladaría a Quillota. Estábamos felices, nuevamente había una ilusión de lograr justicia por Nicole. Conocimos a la nueva fiscal Ymay Ortiz, fue muy clara y se comprometió a hacer todo lo que estuviese a su alcance y las diligencias que solicitáramos. Nos sentimos con más confianza, aunque no sabíamos si finalmente se llegaría a resultados concretos por las diligencias que ya se habían perdido.
Hace un par de semanas nos avisaron que Ymay fue trasladada a la Fiscalía Nacional y como nuevo fiscal pondrían Ulises Meneses. Aún no lo conocemos, no sabemos su posición frente al caso, pero desde ya le decimos que vamos a seguir luchando. Este año queremos avances concretos, que no llegue junio y el tercer aniversario de su muerte sin saber quién asesinó a Nicole.
Todo esto nos ha afectado de tantas formas, varias mujeres de nuestra familia estuvieron con tratamientos psicológicos, nos cambió el ritmo de vida, la forma de ver las cosas, yo también volví a retomar el sicólogo. No ha sido fácil seguir adelante, las navidades y los años nuevos son fechas donde te derrumbas, porque su puesto en la mesa está vacío. Nunca más volveremos a verla. No está su risa tierna, su ironía. Nos mataron en vida y nos ha costado volver a levantarnos. Somos una familia bastante unida, así que entre todos sacamos adelante a quien va decayendo y si hay algo que tenemos claro es que no descansaremos.
¡Queremos justicia para Nicole!
No se olviden de mi prima, por favor.