Señora Directora:
Hoy se celebra el Día Mundial del Agua, y qué mejor día que este para darnos cuenta de que en Chile no hay nada que celebrar. El pésimo sistema de gestión del recurso nos posiciona en un lugar absolutamente vergonzoso como país; un sistema indigno para la mayoría de los chilenos, que beneficia a unos pocos y perjudica a muchos, y que se basa en un recurso privatizado.
Cómo hidrólogo y experto en el tema, y concordando con los entendidos a nivel mundial, expreso mi preocupación por el bienestar de futuras generaciones y ecosistemas nacionales, y no me queda más que recordar a quienes toman decisiones políticas que es literalmente imposible y no sustentable gestionar el recurso hídrico bajo un modelo de privatización, considerando escenarios de escasez. Si no cambiamos este ineficiente sistema, no estamos pensando en nuestros hijos.
Si Chile pretende seguir siendo potencia silvoagropecuaria y minera, debemos invertir fuertemente en infraestructura (desalación de agua de mar, para así importar agua a nuestras cuencas y almacenarla en embalses y acuíferos, de manera tal que algún día haya agua para todos, como lo era en el pasado), en lugar de continuar con el actual sistema que claramente nos está hundiendo.
Pablo A. García-Chevesich, Ph. D.
Miembro del Programa Hidrológico Internacional de Unesco