Todo lo malo que hay en el fútbol latinoamericano reflejado en un solo día. Para muchos, ese es el resultado real del partido de ayer entre Santos e Independiente por octavos de final de la Copa Libertadores: Una seguidilla de decisiones que refleja el deplorable estado de nuestro fútbol continental.
Todo comenzó ayer al mediodía. En una decisión inédita, pues solo faltaban horas para el partido en Brasil, el Tribunal de Disciplina de la Conmebol decretó que el club carioca inscribió de forma incorrecta al jugador Carlos Sánchez, lo que provocó el triunfo, por secretaría, de Independiente por 3 a 0 en el partido de ida, pese al empate a 0 en cancha.
Así, salieron a la cancha en la noche con los ánimos enrarecidos, sobretodo de parte del público. Adentro de la cancha, los jugadores no fueron menos y se molieron a patadas durante todo el partido.
El partido transcurrió así hasta el minuto 80′, cuando los hinchas del Santos se descontrolaron: Arrojaron bombas de ruido y bengalas a la cancha y rompieron las rejas que los separaba de la cancha. Los hinchas invadieron el campo y se llevaron una serie de golpes de la policía, mientras estallaban más bombas y las tribunas eran un caos.
El árbitro chileno Julio Bascuñán optó por finalizar el partido y así darle la clasificación a Independiente de Avellaneda.
Pero ahí no terminó todo. Los enfrentamientos continuaron y las imágenes de la policía brasileña moliendo a golpes a los hinchas del Santos, e incluso con los jugadores tratando de intervenir. Rodrygo, una de las estrellas del equipo brasileño, se volvió viral esta mañana con su claro mensaje: «¡Conmebol hijo de puta!».
Así fue el cierre de una jornada donde todo salió mal para el fútbol.