Nathalie Zamorano (30) y Aylin Sobrino (23) son dos mujeres que llevan años en la disciplina del kick boxing y entrenan religiosamente para mantenerse en un alto rendimiento. En el último tiempo, por más difícil que les haya sido, han tenido que disminuir las horas de entrenamiento. Las lesiones las han afectado y cada una se las toma con la seriedad que requiere la recuperación. Sobrino asegura que»cuesta mucho sacar las lesiones, porque no vamos a la primera, vamos cuando ya no podemos seguir entrenando».
Un régimen estricto de 6 entrenamientos semanales, dos veces al día: Uno físico y otro técnico-táctico. Un día de descanso. «Esto no se gana por fuerza, se gana por técnica», aseguran ambas.
Nathalie, lleva dos años entrenando. Cómo llegó al deporte es una cosa del destino, «un día cualquiera andaba buscando algo diferente que hacer. Me tropecé con esta disciplina, porque estaba cerca de mi casa así que comencé a entrenar. Me enamoré de la sensación que da el saber defenderme en la calle».
Desde entonces, Zamorano no se ha detenido nunca. Fue campeona nacional del Wako en 2019, sacó el segundo lugar en el nacional WKF y el año recién pasado, fue seleccionada para ir a competir en el sudamericano y continúa en las competencias de Pelea como Mujer. Sin embargo, tras el estallido, el financiamiento que tenían no fue suficiente.
Aylin, tiene más de 7 años de entrenamiento, solo de kick boxing, en su cuerpo. La historia estaba un poco más trazada que la de Nathalie, pues su padre era entrenador de Karate y desde los 15 años, ella se adueñó del ring.
Sobrino, a diferencia de Zamorano, participa en campeonatos profesionales en la categorías + 70 kilos, en la que ha resultado Campeona Sudamericana en 2015, Campeona Panamericana en 2016 y 2018, Campeona de la Copa Chile WKF el 2017, Campeona Nacional de boxeo en 2019, suma el primer lugar de un evento profesional de K1 en Ecuador y cuatro primeros lugares en el Campeonato Nacional.
Apoyo al deporte
La Federación Wako, a la que pertenecen, es la coordinadora de grandes eventos nacionales y también se dedica a planear los eventos internacionales a los que asisten las y los deportistas. Más que eso, no hay base monetaria.
«No hay apoyo de ninguna institución. De hecho, cuando hay que hacerse exámenes para poder presentarlos en las competencias internacionales o competencias más grandes, hay que mostrar exámenes de hepatitis, de VIH, hasta electrocardiograma que te piden en algunas partes y de embarazo. Todo eso tiene que ir por la cuenta de una«, relata Nathalie.
Los destinos han sido varios: México, Argentina, Brasil, Ecuador, algunos otros se han quedado en espera como Bosnia, Estados Unidos y Perú. «La plata no da», dicen ambas.
Aylin sostiene que aparte de los exámenes «Hay que juntar los recursos con rifas, eventos a beneficios y cosas así», entre risas asegura que son campeonas y excelentes productoras de eventos.
Los sueños son compartidos, Nathalie quiere ser campeona del panamericano este año. Aylin quiere la cima, el campeonato mundial Glory, con ilusión dice: «Difícil, pero siempre es posible».
En febrero, abrirán un negocio propio en Santiago Centro, «inventamos una Pyme: una barbería disidente, vamos a empezar haciendo diseños y pintura de color. Un ingreso extra para sobrevivir y seguir compitiendo».
El amor por el kick boxing está en lo cotidiano, la técnica y el entrenamiento son lo clave. Revisa el siguiente video realizado por Lucas Urenda, de Nathalie preparándose para los sudamericanos del año pasado
CREDITOS VIDEO
-Dirección guión: Lucas Urenda y Felipe Hurtado
-Dirección de fotografía y cámara: Paolo Tamburini
-Cámara 2: Ignacio Pascal