Bryan Núñez, el volante que actualmente defiende los colores de Deportes Linares, se mantiene atento a las novedades de su padre, Luis Patricio Núñez, quien se mantiene privado de libertad tras ser acusado de participar en un homicidio y estar más de un año prófugo.
El deportista, cuenta en entrevista con La Tercera, que mientras la ex figura de Universidad Católica estuvo escondido en Bolivia, donde fue arrestado, nunca mantuvieron contacto.
“Yo no sabía que estaba allá. No hablaba con él, no sabía dónde estaba. Preferí alejarme porque no quería meterme en problemas. No quería tener atados, y él siempre lo supo. Su pareja y la hija de ellos iban, pero yo nunca fui”, asegura al medio antes citado.
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Luis está en la Cárcel de Alta Seguridad tras ser apuñalado en el Módulo 2 de la Cárcel de Santiago 1 hace poco tiempo atrás. “De la pelea que tuvo en la cárcel no me ha comentado. No hemos hablado de eso. Sólo supe que tuvo unos atados, pero no más que eso”, asegura su hijo.
Las condiciones en las que se encuentra el otrora jugador de la UC lo tienen preocupado. De acuerdo a su relato, pasa 22 horas encerrado, solo. “Está en una celda muy chica, solo. El patio también es súper chico y no comparte con nadie. Tiene muy poco rato al día para poder darse una vuelta”, ilustra.
“No se puede ir a ver. Solo tiene 10 minutos para hablar los martes con nosotros. Lo hace a través de un teléfono que le pasan adentro (…) Mi padre está aburrido, está cansado, dice que no hizo nada. Lo único que quiere es que sea el juicio para demostrar que es inocente”, cuenta Bryan.
“Está estresado, complicado. No lo está pasando bien porque dice que lo están culpando de algo que no hizo. Él me dice que es inocente, y yo le creo. No tengo por qué no creerle. Sí estaba y como cómplice, también le puede caer una pena, pero ya lleva mucho tiempo encerrado y aún no pasada nada”, se cuestiona el joven deportista.
Evidentemente, el coronavirus es un tema que angustia a la familia de Lucho Pato. El ex futbolista está enterado de las noticias, de hecho en algunas oportunidades ve televisión. “Está asustado por el coronavirus. Le da vueltas. Él tiene acceso a una tele y de repente ve todo lo que pasa. Y en la tele muestran puras tragedias. Están complicados porque los gendarmes son los que llegan infectados”, cuenta el integrante del plantel de Deportes Linares.
Bryan espera que su padre acceda a la ansiada libertad para cumplir la promesa que se hicieron. «Cuando él salió la otra vez libre, me juró que iba a volver a jugar aunque sean seis meses. Mi sueño es jugar con él en el mismo equipo, compartir un camarín, y nos prometimos eso. Él lo sabe y espero que algún día se pueda dar”, pormenoriza.
En las canchas de barrio en La Legua ya los ha visto jugar. “No es lo mismo que en un equipo profesional”, dice Bryan. “Nos hemos enfrentado en el barrio. Son partidos calientes. Le he ganado las tres veces que hemos jugado. Se enoja, pero después se le pasa. ¿Quién es mejor? Somos diferentes. Yo soy más flaco, él era como más ancho”, dice luego en medio de su esperanza por ver a su papá viviendo en plena libertad.