El fútbol argentino está en shock, luego de confirmarse la muerte de Lucas González, jugador de sólo 17 años que falleció este viernes, luego de agonizar algunos días tras recibir disparos de la Policía.
De acuerdo a las primeras informaciones, el deportista iba a bordo de un automóvil con cuatro compañeros más, dirigiéndose a entrenar al club Barracas Central, cuyo presidente es hijo del timonel de la Asociación de Fútbol Argentino, AFA.
«Por lo que sabemos, los paró un auto con cuatro policías de civil. Uno de los padres de los chicos nos contó que ellos pensaron que los iban a asaltar, aceleraron y en ese trayecto le dispararon a mi hijo», declaró a Radio con Vos Cintia López, la madre del juvenil fallecido.
La Policía de Argentina se justificó diciendo que encontraron un arma dentro del automóvil, pero la familia asegura que “se la plantaron para inculparlo y excusarse de este asesinato”.
El Ministerio de Justicia y Seguridad de Buenos Aires «apartó preventivamente» este jueves a tres de los efectivos policiales que participaron de los hechos, ocurridos el miércoles en el barrio porteño de Barracas, y les inició un «sumario interno».
Por su parte, los clubes del fútbol argentino unieron su voz para reclamar por este asesinato y no se descarta un paro general, para pedir justicia por Lucas.