En una proposición que ya algunos hinchas de Universidad de Chile no creen, Azul Azul señaló que, tras confirmar su permanencia en el club hasta el año 2052, prometió el anhelado estadio propio para la U.
A través de un comunicado de prensa, la concesionaria indicó que “este trabajo ha sido silencioso, dedicado y, muchas veces, incomprendido. Ha consistido en iniciar un proceso de ordenamiento financiero y administrativo institucional; modificar el modelo de gestión y administración; establecer un modelo de profesionalización del Club”.
Además, “reestructurar el 100% de los pasivos del Club, mediante la emisión de un bono de oferta pública que culminó exitosamente; pagar la totalidad de las deudas del club y, en especial, el compromiso que existía con el Fisco de Chile; y evaluar la factibilidad de distintas opciones de terrenos que permitan edificar nueva infraestructura deportiva para el uso de todas las categorías de nuestro Club«.
“Cumplidas todas y cada una de estas etapas, en los plazos previstos, toca ahora comenzar la ejecución de la séptima etapa de nuestro Plan Estratégico trienal, consistente en la suscripción de los instrumentos jurídicos vinculantes que permitan la adquisición de un terreno que sirva para la edificación de infraestructura deportiva para la U«, siguió Azul Azul.
Para cerrar el escrito, la concesionaria contó que “nuestra meta inmediata es que esta fase se concrete durante el primer semestre de 2023, para luego proceder al octavo paso, que consiste en solicitar y obtener los permisos necesarios para, definitivamente, materializar nuestros proyectos de infraestructura. En nuestra visión, estimamos que estas obras resultan imprescindibles para la consecución de resultados deportivos y, por consecuencia, un crecimiento institucional íntegro».