Efectos de la inflación: ¿Qué tiene que pasar para que la UF baje?

El pasado miércoles 8 de septiembre ocurrió lo que muchos temían. La Unidad de Fomento (UF), sobrepasó los $30 mil, producto del alza que estaba experimentando desde mediados del mes de enero. ¿A qué se debe esta subida? Principalmente a la inflación que está teniendo lugar en Chile, que finalmente es la variable central en el cálculo de esta unidad financiera. 

Según señala el experto Enzo Langer, actual dueño de Inmobiliaria Alto el Manzano, los estímulos fiscales entregados por las autoridades tienen parte de la responsabilidad en esta situación: “El IFE y los retiros del 10% fomentaron el consumo por parte de la personas, lo cual sin duda ayudó a reactivar la economía. Sin embargo, la extensión de este beneficio es la que provocó este desajuste y la inflación que tenemos actualmente”.

¿Existe alguna posibilidad de que la UF vuelva a valores más accesibles? Sí, aunque es complejo que esto suceda en el corto plazo, aseguran los expertos.

Si baja el IPC, disminuye el valor de la UF

Para entender cómo funciona el valor de la UF, es necesario saber cómo se calcula. Desde la aprobación del Decreto Supremo Nº 613 de 1977, el valor de esta unidad financiera se ajusta diariamente y depende directamente del valor del Índice de Precios al Consumidor (IPC). 

En términos generales, cuando la variación porcentual del IPC aumenta, se traduce inmediatamente en un alza en el precio de la UF. Esta no ocurre de un día para otro, ya que a pesar de que existe un cálculo diario de este indicador, este se realiza un mes antes con los datos de inflación correspondientes al mes anterior. 

Lo anterior quiere decir que, el valor que hoy en día sobrepasa los $30 mil, es el reflejo de la inflación ocurrida el mes de julio en nuestro país. 

¿Puede ocurrir que disminuya su valor?: “Para que baje la UF es necesario que ocurra un proceso de deflación o inflación negativa, que ocurre cuando el bajo consumo hace que el costo de la vida disminuya. Esto no es un proceso del todo positivo, ya que afecta a la economía, pero ayuda a bajar los precios en general”, explica Langer. 

Si se observan los datos publicados en la web del Servicio de Impuestos Internos (SII), es posible apreciar que en junio del año pasado la UF comenzó a bajar progresivamente, iniciando en un valor de $28.715,56 el 11 de ese mes, hasta llegar a los $28.659,11 el 9 de agosto del mismo año. De ahí en más, su valor comenzó a subir nuevamente.

Todo eso coincidió con los peores momentos de la crisis sanitaria, en donde además de aumentar los casos de contagio por COVID-19, el país perdió cerca de 2 millones de empleos, lo que afectó severamente la calidad de vida de los chilenos y a la economía.

Para resolver este problema, las autoridades recurrieron principalmente a dos estímulos fiscales, el IFE y el retiro de fondos previsionales, los que harían que la economía retomara los niveles perdidos en la pandemia. 

A pesar de que eso ha ido ocurriendo, el fantasma de la inflación comenzó a notarse durante estos últimos meses, ya que el consumo creció considerablemente. Ante esto, el Banco Central tomó la severa medida de aumentar la tasa de interés hasta 1,5%, con el objetivo de controlar el consumo. 

Más empleos y sueldos dignos

¿Cuándo volveremos a la normalidad? Es incierto saberlo, pero la idea de la autoridad financiera, es que dentro de los próximos dos años la inflación no pase del 3%. Así lo dejó claro en su último Informe de Política Monetaria (IPOM). 

En la opinión de Langer, lo mejor que pueden hacer las personas en esta crisis es tratar de cambiar la situación laboral del país, lo que se puede lograr con más emprendimiento y más oportunidades de trabajo.

“Los chilenos tienen la creatividad suficiente para salir adelante emprendiendo, algo que puede ayudar a bajar la tasa de desempleo actual. No obstante, también es necesario que los empresarios comiencen a crear más empleos y a entregar sueldos más dignos. Solo así podremos recuperarnos del todo”, expresa. 

Respecto al valor de la UF, añade que es poco probable que disminuya su valor en el corto plazo, algo que puede no ser algo negativo si la renta per cápita del país aumenta.

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