Este lunes, el delegado de inversionistas chinos en Chile, José Antonio Ibarra, adelantó que la venta de la totalidad del proyecto minero-portuario Dominga, de Andes Iron a sus representados, se concretaría el tercer trimestre de este año.
«El proceso de análisis de los antecedentes se encuentra muy avanzado y nos lleva a concluir que próximamente cerraremos la adquisición del 100% del proyecto Dominga, el cual esperamos poder desarrollar para el beneficio de la Región de Coquimbo y Chile», indicó Ibarra a El Mercurio.
El empresario nacional agregó que «estamos muy bien impresionados de la calidad del trabajo realizado por Andes Iron. Realmente se ha desarrollado un trabajo muy profesional, del más alto nivel en materia de ingeniería, medioambiental y social».
Parte del acuerdo entre los inversionistas chinos y la sociedad de las familias Délano Méndez y Garcés Silva contempla el respeto de los acuerdos marco alcanzados con parte de la comuna de La Higuera para la realización del proyecto en el proceso que en este momento está siendo visto por la Corte Suprema.
Estado actual del conflicto por el proyecto Dominga
En la causa judicial contra el proyecto minero-portuario por parte de organizaciones locales y medioambientales, la Corte Suprema descartó continuar con un proceso de conciliación entre la empresa y la comunidad instruido por el máximo tribunal.
El motivo de la decisión anunciada hace tres semanas responde a una solicitud de pescadores de la zona, quienes pidieron al ministro Jean Paul Matus interrumpir los diálogos debido a que no estaban dispuestos a lograr un acuerdo.
De este modo, la Tercera Sala de la Corte Suprema ya prepara su pronunciamiento respecto al recursos de casación interpuesta por pescadores y las organizaciones Oceana y FIMA a fin de invalidar la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) del proyecto.
En última instancia, la decisión también podría ser revisada por el Comité de Ministros, encabezado por la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, quien ha cuestionado a Dominga.
Las principales críticas al proyecto minero-portuario apuntan a que podría generar una afectación permanente al ecosistema del archipiélago de Humboldt.