La primera propuesta legislativa de la reforma tributaria presentada por el Ejecutivo sufrió una derrota este miércoles, al ser rechazada en la Cámara de Diputadas y Diputados. Desde el gobierno lamentaron el fracaso, apuntando a quienes están celebrando la negativa ante el proyecto.
En detalle, la iniciativa obtuvo 73 votos a favor, 71 en contra y tres abstenciones, sin que se lograra los votos necesarios que exige el reglamento. Con ello, se entiende por rechazada la idea de legislar en el primer trámite.
La propuesta legal, ingresada en julio de 2022, consideraba enmiendas al Código Tributario y reestructuraba el impuesto a la renta. También avanzaba en limitar exenciones y combatir la elusión y evasión fiscal. Junto a ello, incorporaba un nuevo impuesto a la riqueza y entregaba recursos fiscales para dar nuevos beneficios a la clase media.
Respecto a la votación, hubo ocho parlamentarios que se ausentaron y votos claves que se terminaron alineando con la derecha, como los diputados Rubén Oyarzo (PDG), Yovana Ahumada (ex PDG), Andrés Jouannet (Amarillos) y los ex DC, Joanna Pérez y Miguel Ángel Calisto.
La reacción de Marcel
Tras el resultado en la Sala, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, entregó un punto de prensa en el que consideró que el rechazo de la reforma tributaria es “una mala noticia en muchas dimensiones”, tanto para el gobierno como para “nosotros como coalición”.
Así, Marcel apuntó contra los que “ganan” ante el rechazo del proyecto, afirmando que “hemos visto que comenzó la celebración de los partidos más a la derecha del espectro político”.
“Estoy seguro que van a celebrar quienes evadan impuestos y quienes asesoran a los contribuyentes para evadir impuestos, porque van a tener por lo menos un año completo más para poder seguir usando los mismos mecanismos de elusión tributaria”, agregó.
Sobre los mecanismos, Mario Marcel ejemplificó: “donaciones entre familiares que no están sujetos a los impuestos a las donaciones, personas que se revisten con el carácter de empresas para poder eludir impuestos, contribuyentes que usan agresivamente mecanismos de elusión, que en el proyecto se iban a enfrentar a un Servicio de Impuestos Internos con más instrumentos para poder desafiar ese tipo de situaciones”.
De acuerdo con el secretario de Estado, también “vamos a tener una celebración de los grandes capitales que ya no van a estar afectos al impuesto al patrimonio”, y “seguramente van a celebrar también los lobbistas”.
Sobre estos, Marcel afirmó que “hasta el último minuto, en la tramitación de este proyecto, estuvieron enviando comunicaciones a los parlamentarios con una serie de afirmaciones que, pese a que las desvirtuamos cada una de ellas –particularmente las referidas a los perjuicios a las pymes y clase media– desgraciadamente, muchas veces por repetir las cosas, al final de alguna manera van quedando”.