Fue la movilización que comenzó la llamada marea feminista. El 17 de abril, estudiantas de la Universidad Austral iniciaron la toma de las dependencias del establecimiento educativo, para manifestarse en contra de la impunidad a casos de acoso y abuso sexual al interior.
Más de un mes después, son más de 20 las universidades que se encuentran tomadas, motivadas por demandas feministas similares.
Camila Pérez, vocera de la asamblea feminista de la toma, explica que otras demandas recaen en «acompañamiento psicológico efectivo, aumento de psicólogos y psicólogas con perspectiva de genero para acompañar a mujeres, ramos con perspectiva de género, flexibilizad académica para quienes están en proceso de denuncia».
Además, la asamblea solicita que el docente Alejandro Yáñez, denunciado por abuso sexual a una estudiante, se vaya de la universidad «con papeles manchados y sin indemnización».