Así, una vez el árbitro del encuentro pitó para que la pelota comenzara a rodar, inmediatamente el plantel del Racing corrió hacia el círculo central para permanecer abrazados en una muestra de unidad ante la molestia que les ha generado los sueldos impagos por parte de la dirigencia.
El mismo técnico del conjunto español, Paco Fernández, había advertido sobre la medida que adoptaría el plantel si no aceptaban dos de sus condiciones: el pago de los cinco meses que se le adeudad tanto al plantel como al cuerpo técnico y además la renuncia en pleno de la directiva del club.
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