La resolución titulada «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba”, demandó de manera categórica el levantamiento del cerco económico que Washington aplica desde octubre de 1960, es decir has ya 54 años.
En total, 188 países de la ONU, es decir la abrumadora mayoría, votó a favor de acabar con el bloqueo a Cuba. EE.UU. e Israel fueron las única naciones que decidieron pronunciarse en contra, donde además hubo tres abstenciones encabezadas por las Islas Marshall, Micronesia y Palau.
La resolución reiteró el llamado a no promulgar y ejecutar acciones contrarias a la soberanía y la igualdad de los estados, la no interferencia en sus asuntos internos, y la libertad de comercio y navegación; propósitos y principios consagrados en la Carta de la ONU.
Las votaciones que buscan poner fin al bloqueo se realizan desde 1992, y han sido aprobadas en su gran mayoría por más de 180 naciones, pero el llamado ha sido ignorado una y otra vez por Washington, lo que ha motivado el llamado de distintos embajadores latinoamericanos a reformular las atribuciones de la Asamblea General de la ONU, ya que Estados Unidos, amparado en su puesto permanente dentro del Consejo de Seguridad, ha aplicado sistemáticamente su poder de veto contra las 22 resoluciones anteriores.
«Más que una reforma necesita una revolución, encaminada al respeto de las decisiones de la mayoría y a los principios de la igualdad soberana de los estados y la no injerencia en los asuntos internos de los mismos», subrayó el representante permanente boliviano, Sacha Llorenti, consigna la agencia internacional Andes.
Por su parte, el embajador de Ecuador, Xavier Lasso, advirtió: «Nosotros seguiremos condenando las sanciones contra Cuba, no importa que no sean vinculantes las iniciativas adoptadas por la Asamblea, las cuales quedan en la conciencia planetaria».