Al respecto, desde Venezuela, el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores recalcó que «se emiten juicios de carácter injerencistas en los asuntos internos de un Estado de Derecho democrático, soberano e independiente como la República Bolivariana de Venezuela”. Por ello, recordaron a Chile que la no intervención en los asuntos internos de otro país es un principio fundamental consagrado en el Derecho Internacional Público.
Propinando un golpe certero a los involucrados en los permanentes cuestionamientos hacia el gobierno venezolano, recordaron que “para la República Bolivariana de Venezuela es norma fundamental abstenerse de pronunciarse sobre los asuntos domésticos de cualquier Estado soberano. Así por ejemplo, sería absolutamente impensable para las autoridades nacionales emitir opinión sobre el tratamiento judicial y las denuncias sobre violación sistemática de los derechos humanos contra el pueblo Mapuche, o sobre la impunidad de los autores de crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura pinochetista”.
Por ello, en el ánimo de mantener las buenas relaciones entre ambos países, Venezuela llamó a que Chile «evite inmiscuirse en los asuntos internos de la República Bolivariana de Venezuela por acción directa o por influencia de potencias externas”.