En el país trasandino le atribuyen algo inédito al presidente Mauricio Macri. Logró que los todos los gremios docentes y estudiantes se unieran en su contra, algo que no se producía desde hace más de 15 años en Argentina.
Este jueves todos los gremios universitarios y 15 federaciones estudiantiles se movilizarán hasta la emblemática Plaza de Mayo.
Esta semana ha estado marcada por una serie de paros y tomas. La Universidad de Buenos Aires, por ejemplo, tiene tomadas sus facultades de Filosofía y Sociales. El conflicto está dado por un aumento salarial, mejora del presupuesto y ejecución de políticas socioeducativas como el boleto estudiantil y programas de becas.
Esta es la época del año en que se negocian las «paritarias», como se le llaman en Argentina a los procesos de negociación colectiva por sector. Para los docentes, el gobierno ofreció inicialmente un aumento del 15%, lo que hizo estallar las primeras movilizaciones. En un contexto de devaluación del peso argentino, quita de subsidios, aumento de precios de transporte, luz, gas y una inflación desatada, los gremios consideraron que era una burla.
La última oferta es de un 31%, pero con un 15% de aumento ahora en mayo y otro 15% en diciembre. Pero los docentes exigen un 40%.
Además, las universidades están batallando con el difícil contexto económico del país. La política de «tarifazos» de Macri ha afectado el funcionamiento de la educación pública, que ya venía debilitada en términos de infraestructura. La UBA, por ejemplo, acusa que no le alcanza para pagar las cuentas de luz.
En Argentina dicen que se está despertando un monstruo. El movimiento estudiantil está volviendo a tomar protagonismo que había perdido en la última década, con movilizaciones que abarcan el extenso territorio trasandino.
Desde hace semanas que entre docentes y estudiantes se están tomando la ciudad. Dejaron las aulas para hacer clases públicas en la calle, en el metro, en las plazas. Ante la situación, el gobierno ofreció 500 millones de pesos argentinos para las universidades nacionales, pero acusan que no es suficiente.
«La partida que anunció Macri de 500 millones de pesos es el 1% del presupuesto de la universidad pública. Acá no se discute si se puede o no pagar la luz, acá se discute si pueden seguir funcionando los laboratorios para la investigación, las becas a los estudiantes, las bibliotecas, los sueldos; se discute la continuidad de la educación pública”, señaló ayer Antonio Roselló, secretario de la Federación Nacional de Docentes Universitarios.
Según Roselló, de las 53 universidades del país, 28 están totalmente paralizadas.