El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, autorizó sucesivamente los últimos días que el Pentagono y la CIA a efectúen ataques directos en países como Siria, Irak y Yemen, sin necesitar la autorización expresa de la Casa Blanca.
El mandatario, incluso aprobó «los bombardeos con drones contra objetivos terroristas», recordó el diario español El País.
Las medidas consideran el fin de los debates tácticos que imperaron en la Casa Blanca durante la administración de Barack Obama, respecto incluso de operaciones como el envío de helicópteros a zonas en guerra.
Christopher Swift, experto en terrorismo en la Universidad de Georgetown en Washington, sostiene que es pronto para calibrar el impacto de ese cambio y que puede ser más un viraje de estética de que fondo.
“No es algo sorprendente porque generalmente los conservadores quieren que haya más flexibilidad en estos programas. Aunque las Administraciones demócratas acaben haciendo lo mismo, son más sensibles a las críticas”, dijo el académico.
El experto matizó, sin embargo, que el gobierno Trump no dio señales por ahora de querer emprender un giro radical en la política antiterrorista.
“Creo que hay mucho de imagen de hablar duro y parecer duro, pero continuando la campaña de la anterior Administración”, aseguró.